En una rueda de prensa telemática ofrecida esta mañana, Jai Hindley, reciente ganador del Giro de Italia, ha anunciado que en principio estará en la próxima Vuelta a España a la vez que ha reconocido que el maillot amarillo del Tour de Francia será un objetivo en los próximos años.
Tras ser segundo en el Giro 2020 e imponerse en el de este año, tras una dura pugna con Richard Carapaz, el australiano del BORA-hansgrohe se ha terminado de convencer de que es un corredor capaz de ganar grandes vueltas, por lo que no renuncia a intentarlo en un futuro próximo enn el Tour de Francia, carrera que nunca ha disputado.
"Seguro. ¿Por qué no puedo aspirar al Tour? Nunca digas nunca. Eso sería un sueño y no voy a decir que no es posible", señaló Hindley cuando le preguntaron si se veía capaz de ganar la Grande Boucle. Sin embargo no será este año, dada la próximidad de fechas con el Giro.
En cinco temporadas como profesional, Jai Hindley ha disputadio cinco grandes vueltas, cuatro ediciones del Giro (fue 35º en 2019, 2º en 2020, abandonó el año pasado y ha ganó éste) y una edición de la Vuelta a España, en 2018, en el que fue su debut en una gran vuelta. Entonces, corriendo en el Team Sunweb, acabó 32º, a 1h 21´del ganador, Simon Yates.
"Ahora un gran objetivo es correr el Tour, nunca lo he corrido y sería un gran paso adelante más en mi carrera. Aunque no sea para disputar la general, simplemente participar en el Tour ya es algo muy especial. Tal vez el próximo año podría ser mi debut en esa carrera", comentó en la rueda de prensa telemática el ciclista australino del BORA, quien sobre su reciente trounfo en el Giro dijo que “realmente no lo he asimilado todavía, pero lo haré en las próximas semanas. Todavía me parece como un sueño”.
Hindley desveló que vio a sus padres por primera vez en dos años el pasado domingo, debido al confinamiento por el Covid, y se tomará unas vacaciones de dos semanas en Italia en compañía de su novia, antes de iniciar la preparación para participar en la Vuelta a España el próximo mes de agosto. Tras la ronda española su idea es ir al Mundial, que además este año se disputará en su país, en la ciudad de Wollongong, del 18 al 25 de septiembre.
"Me encantaría ir al Mundial, pero todos los profesionales australianos quieren ir. Creo que el recorrido me vendría bien porque va a ser una carrera súper dura, con 280 km y mucho desnivel. Sería especial formar parte del equipo. Normalmente haré La Vuelta y sería bueno volver a Australia después de casi tres años", añadió.
