El 30 de septiembre de 2010 daba sus primeros pasos cuando una bomba explotó, cuando un meteorito cayó sobre el mundo del ciclismo, sobre el mundo del deporte. Alberto Contador, el ciclista más conocido de nuestro país, el mejor corredor del planeta, la bandera de la limpieza, el cabecilla del 'fair play', comunicaba oficialmente, mediante una nota de prensa, que había dado positivo por clembuterol, una de las palabras más repetidas desde entonces, en el último Tour de Francia, el que ganó, el que unía a los otros dos que ya había coleccionado antes.
Fue el comienzo de un juicio público que, paso tras paso, iba cumpliendo ciclos, iba quemando fases. A veces, parecía que nunca llegaría a su fin. A veces, lo sigue pareciendo. Hoy, 16 de febrero de 2011, casi cinco meses después de aquel día, casi siete más tarde de aquel Tour, el chico de Pinto, el 'Pistolero' madrileño, puede, por fin, al menos por unos días, lucir una sonrisa en un rostro que últimamente sólo expresaba tristeza, sólo expresaba el dolor sufrido por una injusticia, por ver cómo le privaban de hacer lo que más le gusta, subirse en una bicicleta con un dorsal sobre su espalda, por algo que él no había hecho, por una sustancia que había llegado a su cuerpo de manera involuntaria.
Puede lucir una sonrisa porque la Federación Española de Ciclismo, que hacía unas semanas había propuesto un año de sanción, le absolvía de cualquier sospecha de dopaje, le creía, confiaba en sus argumentos. "Hoy es un buen día. Un día en el que llevo mucho tiempo pensando". Palabra de Contador. Palabra del que a partir de mañana se sube en la aventura de defender su victoria en 2010 en una nueva edición del Tour del Algarve, una carrera que ya nunca se le borrará de su memoria. Allí, en Portugal, se cumplirá el sueño que paseaba por su cabeza cada noche desde hace meses, los de la incertidumbre, los de la lucha por defender la verdad, los de la pelea por "una cuestión de honor".
"Se ha dado un paso importante. Confiaba en que todo podía dar un giro", comentaba, en 'Veo7', ante la atenta mirada de Pedro J. Ramírez, un Contador seguro, menos indignado que en la rueda de prensa de Pinto, allá por septiembre, cuando la batalla empezaba, menos preocupado que en la rueda de prensa de Palma de Mallorca, allá por enero, cuando se acababa de conocer la propuesta de un año de sanción, la que rechazaba porque "ni mi conciencia ni mi persona podían aceptar una injusticia tan grande". La injusticia de sancionar a un inocente. La injusticia de culpar a alguien por una cantidad de clembuterol que no sirve para nada, que no altera la competición, que no aumenta el rendimiento. "Cuando tú no has hecho nada, cuando tienes la conciencia tranquila, lo único que te vale es que se reconozca que no has hecho nada. No podía permitirlo". Seguía tajante el madrileño, quien agradece "al Comité de Competición que haya estudiado las alegaciones y haya tomado esta decisión". La de absolverle, la de dejarle libre, la de volverle a enviar al lugar en el que mejor se desenvuelve, en la carretera, con una equipación, un dorsal y una bicicleta.
Mañana será ese día. "Para mí, para mis compañeros, para mis 'sponsors', estar en la Vuelta al Algarve, es muy importante. Tengo ganas de subirme a la bicicleta". Pero pronto dejó de lado su vuelta a la competición para señalar que tiene "una cicatriz muy grande, que va a llevar de por vida. Tengo ya una en la cabeza, pero ésta, aunque no se vea, la voy a llevar siempre por dentro. Han sido cinco o seis meses de no dormir, de que se me cayera hasta el pelo". Una época mala en una vida de leyenda, de estar entre la vida y la muerte a ser protagonista de un juicio público y político tras ser un superhéroe. Un superhéroe que también llora, que también se emociona. "He llorado con mis amigos más cercanos. No me emociono fácilmente, pero ante una injusticia tan grande, te derrumbas".
Contador ha vivido y vive una dura etapa en la que agradece, más que nunca, el apoyo de los aficionados, el apoyo de Alejandro Blanco, el presidente del Comité Olímpico Español, el COE, del que dice que "todas las palabras que le pueda dedicar son pocas", el apoyo de Emilio Sánchez Vicario, el presidente de la Asociación de Deportistas, al que está "muy agradecido", el apoyo de Mariano Rajoy, el apoyo de José Luis Rodríguez Zapatero, de los que comenta que "no me han hecho un flaco favor. Es una cuestión de justicia, no de patriotismo. Lo de Zapatero, cuando me lo dijeron, no me lo creía. Es una sorpresa muy grande". Cualquier palabra de ánimo es bien recibida por el de Pinto, que es consciente de que "hay la posibilidad de que la AMA y la UCI recurran al TAS. Es probable", por lo que "será importante que analicen toda la documentación, en la que pueden ver por qué motivos ha cambiado de opinión la Federación Española. No han cambiado por azar, sino por una justificación importante. Tienen la posibilidad de recurrir, pero en el caso de Ovtcharov no han recurrido". Ovtchavov es Dimitrij Ovtcharov, un tenista de mesa alemán que dio positivo por más clembuterol que Contador y al que se le ha aceptado la versión de la contaminación alimenticia. Un buen precedente, aunque el triple campeón del Tour de Francia no entra a valorar en "si es similiar a mi caso o distinto. Más pruebas que en el mío, es imposible que las haya".
"Siempre he creído en el sistema antidopaje, pero ahora me planteo si todo merece la pena. Llevo seis meses de sufrimiento. Es increíble y llamativo que tu propio deporte te culpe, que tus máximos dirigentes te quieran guillotinar cuando saben claramente que no he cometido ninguna falta. Es difícil de entender y de comprender. Me duele enormemente porque yo doy todo por este deporte. No merezco esto". Alberto Contador señaló que esperará a la decisión que tomen la UCI y la AMA y después seguirá "los pasos más justos que nos parezcan".
También habló sobre su calendario más próximo. Tras la Vuelta al Algarve, estará presente en la Vuelta a Murcia, en la Volta a Catalunya, en la Vuelta a Castilla y León, en alguna clásica y en el Giro de Italia, por el que tiene "una ilusión muy grande. Estuve en 2008 y fue una gran experiencia. Es la carrera más bonita. Iré con la intención de hacerlo bien, pero siendo consciente de que es una carrera muy difícil". Después del Giro, "habrá que ver los siguentes objetivos". Su presencia en el Tour, en el aire. "Agradezco el respeto del Tour. Han actuado de forma ejemplar".
Alberto Contador concluyó la entrevista dejando claro que "ahora tengo una motivación especial". La motivación de demostrar al mundo entero, al planeta completo, que no necesita ningún tipo de sustancia para ser el mejor, que no tiene que recurrir al dopaje para escalar más rápido que ninguno, para bailar sobre la bicicleta mientras que otros sufren para mantenerse en ella cuando las rampas parecen paredes, muros interminables, sin fin. Casi como el 'Caso Contador'.
"Hoy es un buen día"
Alberto Contador habló en Veo7 el día en el que la RFEC le absolvió
