En 2010 se estrenó el jersey rojo para identificar al líder de la Vuelta, el arranque de una nueva era para la ronda española, y uno de sus primeros portadores fue un vizcaíno llamado Igor Antón. El vasco se aupó al liderato en el Xorret del Catí, octavo día de carrera… y nunca lo perdería en competición. El 11 de septiembre, decimocuarta etapa, una jornada final en Peña Cabarga, el pelotón volaba y el líder, enrolado entonces en el Euskaltel-Euskadi, fue uno de los corredores que se fueron al suelo en un tramo descendente con pedazos de madera sobre el asfalto. Un durísima caída. Aquel día Miguel Indurain era el invitado en la retransmisión televisiva. Un golpetazo que le obligó a abandonar a menos de siete kilómetros para el final.
Aquella Vuelta la acabaría ganando Vincenzo Nibali, pero hasta ese momento no pintaba nada mal para las aspiraciones del de Galdakao. Quizá ese momento acabó marcando un punto de inflexión. “Mi hijo no se merecía eso", lamentaba su padre, Enrique, quien con otros familiares le aguardaban en las rampas de la cumbre cántabra. Tal vez, nunca podrá saberse, aquella hubiera sido su Vuelta, la Vuelta de aquel jovencísimo escalador que debutó en un Giro de Italia de aquellos que para el Euskaltel-Euskadi tenían un punto de compromiso forzado, acabando el 83º pero dejando muestras de sus aptitudes para las subidas. Ocho años después de aquella caída, dos después de otro infortunio con fracturas en una clavícula y la cadera tras una caída en El Cordal cuando la carrera se acercaba al Angliru (2016), Antón anuncia su retirada.
Qué hubiera pasado si...
El menudo escalador, excorredor del Euskaltel, el Movistar y el Dimension Data cuelga la bicicleta cuando acabe la Vuelta. Inmediatamente. “Hace catorce temporadas empezaba mi andadura en este precioso y duro deporte. La Vuelta a España me dio mucho de lo que soy como ciclista y por ello, después de meditarlo muy bien, y desde esta carrera, mañana me despediré del ciclismo profesional con el dorsal 102", anunció este sábado. “Es un buen escenario para cerrar esta etapa, que me ha dado mucho más de lo que hubiese pensado y no cambiaría nada porque todo hace mi pequeña y peculiar historia ciclística. Después de 21 grandes vueltas pienso que es un precioso final".
I hope that you enjoyed with me!! ? pic.twitter.com/DbF8It6ph2
— Igor Anton (@IgorAntonH) 15 de septiembre de 2018
Muy bien considerado dentro del pelotón por su gran valía humana, condensada en la enorme cantidad de mensajes, llamadas y gestos de cariño que le han llegado con el anuncio (“Me van a hacer llorar", señalaba a última hora de este sábado), Antón se marcha con trece victorias en su palmarés, cuatro de ellas en la Vuelta a España y otra en el Giro de Italia, en el final del Zoncolan de la edición de 2011. Precisamente ese año se anotó su último éxito en la ronda española, en el retorno de Bilbao a los recorridos después de tres décadas de ausencia. La general de la Vuelta a Asturias de 2015, edición en la que se impuso en la meta de Pola de Lena, fueron sus dos últimos éxitos.
One guy who has the respect of every rider in the peloton. I've learned a lot about the power of positivity, attitude, and grit by @IgorAntonH's example. Will miss you at the races amigo. https://t.co/DT6F9V0JTy
— Ben King (@BenKing89) 15 de septiembre de 2018
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— Douglas Ryder (@dougryd) 15 de septiembre de 2018