El ciclista vizcaíno Igor Merino (Burgos-BH) ha sido sido sancionado por la Unión Ciclista Internacional (UCI) con cuatro años de suspensión por su positivo en un control fuera de competición realizado el pasado 13 de junio, en el que se le detectó hormona del crecimiento GHRPs. La muestra se tomó días antes de los Campeonatos de España, en los que finalizó 20º en la prueba en línea y 8º en la contrarreloj.
Desde el momento en que se conoció el resultado anómalo, Merino estaba suspendido provisionalmente por su equipo, y ahora la UCI confirma una sanción esperada. Así, Igor Merino no podrá volver a competir hasta el 13 de junio de 2022.
Esta sanción complica además la situación del Burgos-BH, que vive la tercera suspensión por dopaje de uno de sus ciclistas, tras los casos de Ibai Salas (sancionado cuatro años por irregularidades en el pasaporte biológico) y David Belda (cuatro años por EPO).
Hace dos semanas la UCI anunció que remitía a su Comisión Disciplinaria la información de ambos positivos para que ésta decidiera una posible sanción al equipo burgalés, sanción que podría estar entre los 15 y los 45 días sin competir. Sin embargo, tras la confirmación de la suspensión de Igor Merino (el tercer caso de dopaje en el equipo en menos de 12 meses), el Burgos-BH se arriesga a una sanción todavía mayor, que podría ser de hasta un año.
Hay que recordar que el Burgos-BH –que sigue trabajando en los despachos para presentar toda la documentación exigida por la UCI para seguir siendo en 2019 equipo Profesional Continental- pertenece al Movimiento Por un Ciclismo Creíble (MPCC) y siempre ha defendido la “tolerancia cero" contra el dopaje. En el equipo castellano se defienden argumentando que tienen el beneplácito del MPCC para seguir adelante porque aunque las tres sanciones se han producido en el mismo año, los casos (las fechas en que se realizaron los controles) son de temporadas distintas.