Jason Osoborne: otro remero en la élite del ciclismo

Sin ser una constante repetida sistemáticamente, la llegada al ciclismo profesional de deportistas procedentes de la élite de otras especialidades ha alcanzado cierto grado de aceptación desde su eclosión al final de la temporada 2020. En ese momento de tantas incertidumbres, varios equipos de las dos primeras divisiones se lanzaron al unísono a incorporar nuevos integrantes de escaso, o incluso nulo bagaje competitivo, pero con el aval de unos parámetros fisiológicos que hacían albergar esperanzas de una rápida y fructífera adaptación, y que se saldaron con toda clase de resultados visto el fenómeno con la perspectiva que permite el tiempo transcurrido. El remo olímpico tampoco ha sido ajeno a esta tendencia después de haber aportado con anterioridad varios nombres, entre quienes cabe citar por encima del resto a la pistard británica Rebecca Romero, medallista mundial y olímpica de ambas disciplinas, o al australiano Cameron Wurf, protagonista de esta sección en el número 433 y que todavía continúa corriendo con el equipo INEOS Grenadiers. El alemán Jason Osborne, otro ex remero de élite, aterrizará esta temporada en el pelotón World Tour, precedido en su caso de cierto currículo e incluso notoriedad sobre los pedales. Llega al Alpecin- Deceuninck tras militar desde el pasado junio en su filial continental y estar a prueba con el Deceuninck-QuickStep en el verano de 2021. Meses antes de aquello, y poco después de ganar remando una plata en los Juegos Olímpicos de Tokio, había saltado al primer plano ciclista tras conquistar la edición inaugural del Mundial de e-ciclismo, imponiéndose a figuras de la ruta como Boasson Hagen, Campenaerts y a un entonces incipiente Tom Pidcock. Desde hacía casi una década, las sesiones de bicicleta y rodillo habían sido el complemento ideal a su entrenamiento sobre embarcaciones, con alguna inclusión esporádica en competiciones ciclistas como el Campeonato de su país de contrarreloj individual, donde sin ser todavía ciclista a tiempo completo logró unos notables sexto y octavo puesto por delante de profesionales consagrados. Tras destacar el año pasado en diversas etapas de vueltas como la Arctic Race, y las vueltas a Luxemburgo y Langkawi, la formación del champú con cafeína decidía darle la alternativa al más alto nivel, conocida su experiencia reciente con Jay Vine, otra figura emanada del deporte virtual, a la que de momento será complicado que Osborne emule lastrado por su fisonomía tan alejada de los cánones actuales entre los dominadores de la escalada, con un metro setenta y ocho centímetros de altura, y setenta y dos kilogramos de peso. Seguro que al margen de su talento y potencial, a muchos les llama la atención un nombre tan poco germánico como el suyo y que obedece, como resulta lógico, a sus raíces familiares. Aunque nacido y residente desde siempre en Maguncia, al suroeste del país a orillas del Rhin, Jason es de ascendencia británica por parte de madre, de quien tomó su apellido.

Jason Osoborne: otro remero en la élite del ciclismo

La llegada al ciclismo profesional de deportistas procedentes de otras especialidades se ha hecho más habitual en los últimos años. El alemán Jason Osborne, ex remero de élite que actualmente corre en el Alpecin-Deceuninck, es el último ejemplo.

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