En una semana con poca actividad competitiva tras la conclusión de París-Niza y Tirreno-Adriático, el incidente que protagonizaron ayer Kris Boeckmans (Lotto-Soudal) y Justin Jules (WB-Veranclassic) en la Nokere-Koerse ha acaparado gran parte de la actualidad ciclista.
El ciclista belga, que se encontraba en cabeza del pelotón trabajando para sus compañeros, se giró para buscar al francés y tras agarrarlo dejó de pedalear para llevarlo hasta el fondo del grupo mientras el resto de corredores miraban estupefactos la situación. Nunca jamás habíamos visto una situación así y ya conocemos las causas que la motivaron. Los últimos kilómetros de la Nokere-Koerse estaban siendo tremendamente nerviosos, se habían producido varias caídas, y en ese clima de tensión, Justin Jules agarró en varias ocasiones a Boeckmans mientras batallaban por los primeros puestos del grupo. “Jules tiró claramente del maillot a Boeckmans, que se molestó y quería ir a hablar con el coche de los jueces de carrera”, explicaba Frederik Willems, director deportivo del Lotto-Soudal, al diario belga DH. El conjunto WB-Veranclassic, sin embargo, tenía una visión bien distinta. “El tren que formamos en cabeza del pelotón estaba bien posicionado para Jules y Boeckmans vino a tomar su posición y este no se lo permitió, entonces el belga perdió los papeles”, narraba Frederic Amorison, director de la escuadra valona, que quiso añadir: “me quito el sombrero con nuestro corredor por mantener la calma en una situación así. Después de la carrera vi a Frederik Willems, director del Lotto-Soudal, y se disculpó con nuestro equipo”.
Kris Boeckmans habló tras la conclusión de la Nokere-Koerse con el afamado periódico Het Nieuwsblad y ofreció su propia versión. “estaba trabajando para De Buyst cuando Jules empezó a tirarme del sillín. Entonces pensé que tenía que venirse conmigo a la cola del pelotón. No es la primera vez que hace algo así”, comentó.
Justin Jules estuvo tres años en la carcel
La vida de Justin Jules, de 30 años, ha sido realmente difícil y ha estado marcada desde el inicio por la desgracia. Su padre, Pascal Jules, que fue gregario de Laurent Fignon y ganó una etapa en el Tour de Francia de 1984, murió debido a un accidente de tráfico apenas un año después del nacimiento de Justin, que vivió una adolescencia muy conflictiva en un hogar desestructurado dado los graves problemas con el alcohol de su padrastro, que acostumbraba a actuar de forma violenta y abusona. A los 18 años, Justin perdió los nervios y golpeó en dos ocasiones con una barra de hierro a su padrastro, que falleció a consecuencia de la agresión.
A esa edad ya era un prometedor ciclista que parecía tener capacidad para ser profesional, pero la condena a cinco años de prisión -finalmente fue reducida a tres- que le impusieron hacía presagiar que su trayectoria se terminaría. El francés retomó la bicicleta y en 2011 recibió una oportunidad para pasar con La Pomme de Marseille a profesionales y desde entonces ha desarrollado una carrera entre Francia y Bélgica que ya cumple su séptima temporada y cuenta con varias victorias. Entre ellas, las más destacadas son su triunfo en el G.P La Marsellaise y el recientemente conseguido en el Tour de La Provence.