Lance Armstrong, investigado por dopaje

"No tengo nada de lo que preocuparme", indicó el estadounidense desde Australia

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Lance Armstrong, investigado por dopaje
Lance Armstrong, investigado por dopaje

Vuelven, si es que alguna vez se han marchado, las sombras de dopaje sobre el nombre del ciclista que más veces ha conquistado el Tour de Francia. Y vuelven porque 'Sport Illustrated' anunció que Lance Armstrong está siendo investigado por el gran jurado federal de Los Ángeles, con Jeff Novitzky, que ya estuvo al cargo de los casos de Barry Bonds y Marion Jones, a la cabeza.

Las investigaciones tienen como fin saber si Armstrong participó en una operación organizada de dopaje cuando era miembro del U.S. Postal entre 1999 y 2004. Desde el pasado mes de agosto, el jurado ha estado escuchando testimonios de distintas personas relacionadas con el estadounidense, mientras que los escritores Selena Roberts y David Epstein han revisado numerosas páginas de documentros y entrevistado a decenas de personas en Europa, Estados Unidos y Nueva Zelanda.

En dicho trabajo, Roberts y Epstein aseguran, mediante las declaraciones de una fuente con conocimiento del caso, que a finales de 1990, Lance Armstrong tuvo acceso a un medicamento llamado HemAssist, que, en estudios con animales, se demostró que aumentaba la capacidad de trasporte de oxígeno en la sangre sin tantos riesgos como la EPO. El texano, a través de su abogado, negó haberlo consumido.

Floyd Landis, compañero de Armstrong en aquella época, indicó que una de las ventajas de viajar con él, era la de hacer los viajes en aviones privados y aterrizar en aeropuertos privados, con controles menos estrictos. También declaró a 'Sport Illustrated' que en St. Moritz los agentes les pidieron que abrieran las bolsas para una búsqueda y que "Armstrong llevaba una con medicamentos". Los encontraron, con etiquetas escritas en español incluidas, junto a jeringuillas. Según Landis, el heptacampeón del Tour les convenció de que los medicamentos eran vitaminas y que las jeringuillas eran para inyectarse éstas.

A las acusaciones de Floyd Landis, también se suma Stephen Swart, un neozelandés que compartió equipo con Armstrong en el Motorola durante 1995 y que admite el uso de EPO. "Él fue el instigador. Sus palabras nos empujaban a hacerlo", indica el ex-ciclista, que también señaló que en una prueba del Motorola para comprobar el nivel de hematocrito, que no debía pasar de 50, "el de Lance era de 54 o 56".

Una noticia que salta justo cuando Lance Armstrong dice adiós, por segunda vez, al ciclismo. Desde Australia, donde está disputando el Tour Down Under, ha dejado claro que "no tengo nada de lo que preocuparme".