Luis Ángel Maté con buenas sensaciones durante todo el verano

El marbellí del Serramenti no ha parado de competir y ha conseguido puestos significativos en el último mes

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Luis Ángel Maté con buenas sensaciones durante todo el verano
Luis Ángel Maté con buenas sensaciones durante todo el verano

Solo fue una confirmación de lo que ya se dejaba notar. El GP Plouay sirvió a Luis Maté para ratificarse a sí mismo y a su estado de forma continuo y que tan grandes sensaciones le lleva dejando prácticamente toda la temporada 2009. El ciclista del Serramenti PVC Diquigiovanni - Androni Giocattoli se mantuvo más de 130 kilómetros en fuga en el duro circuito que albergó los mundiales en ruta de ciclismo hace nueve años. Junto a Jerome Pineau, y Laurent Lefevre, dos de las grandes referencias del ciclismo francés y Héctor González, Maté peleó por mantenerse en cabeza durante buena parte del GP Plouay, que finalmente se decantó de la mano de Simon Gerrans en el sprint final una vez que el pelotón dio caza a los escapados. "Podía haber intentado hacer un buen puesto, reservarme para la parte final, porque me encontraba fuerte, pero prefería ser protagonista a mi manera, al ataque y a base de una escapada de fuerza, que costó mucho hacerse pero en la que me sentí muy bien", recordaba Maté, al tiempo de señalar que el GP Plouay "me ha dejado muy buen sabor de boca".


La carrera francesa ha supuesto para el ciclista andaluz la progresión en las buenas sensaciones que lleva encontrando durante todo el año y que se han hecho más presentes en el último mes en el que Maté apenas ha tenido tiempo para descansar con un calendario apretado que le ha llevado desde la Vuelta a Austria, a mediados de julio hasta el pasado domingo cinco pruebas de un día y una carrera por etapas. Fue precisamente en ella, la austriaca, donde más cerca estuvo de estrenar su palmarés con una victoria en la tercera etapa. De nuevo escapado, consiguió consolidar una fuga en la que "era el más fuerte y estaba convencido de que iba a ganar", pero finalmente se quedó a las puertas después de un ataque en la parte final de sus rivales. "Allí aprendí que quién gana es el mejor, no el más fuerte. Fue un palo duro, verme con tanta fuerza y no haber ganado, pero fue una buena lección", afirma sin dudar, después de quedarse también segundo en la clasificación de la montaña de la misma carrera, a un solo punto de su compañero de equipo Leonardo Bertagnolli.


De ahí puso rumbo al País Vasco, donde, por decisión de última hora, tomó parte en la Klasika de Ordizia: "Iba a disputar el Brixia Tour, estaba muy motivado porque las carreras por etapas me gustan y me encuentro muy bien en ellas, creo que poco a poco me estoy haciendo más un ciclista para carreras de ese tipo que para las de un día, pero finalmente me llevaron a Ordizia. Venía fuerte, porque había preparado el Brixia Tour y estuve siempre con los mejores para acabar en quinta posición", lo que le dejó la conclusión de que "había recuperado muy bien los esfuerzos de la Vuelta a Austria, la carrera más larga que he corrido y estaba realmente fuerte". Sin apenas tiempo para deshacer las maletas puso rumbo a Italia, donde disputó a principios de Agosto el GP Carnago y el GP Camaiore. "Carnago fue una carrera perfecta. Ganó Francesco Ginnani, que era nuestra punta porque ya se había impuesto el año pasado. El equipo controló la carrera y yo acabé siendo noveno. En lo colectivo nos fue muy bien y personalmente acabé contento, porque me vi delante, y con fuerza, y creo que fui clave para la victoria de mi compañero".


No le dio tiempo a Luis Maté a regresar a España porque una semana después debía colgarse los dorsales del Tríptico Lombardo para disputar dos de las tres carreras transalpinas: Tre Valli Varesine y Coppa Agostoni: "La primera me dejó un sabor extraño porque la carrera en sí fue un poco rara. Desde el principio se hizo una fuga que se consolidó y no dio opciones a los que estábamos detrás de jugarnos la victoria, por eso siempre te queda la duda del qué hubiera pasado", recuerda. Sobre Agostoni, Maté comenta que "No fue un buen día. Tocaba trabajar para lo compañeros pero no me encontré bien, quizá por el calor que hizo", ya que se alcanzaron temperaturas de 38-40 grados. "Simplemente fue un día malo?, resume, alejado ya de sus pensamientos tras la gran condición demostrada el domingo en el GP Plouay. "Ha sido un gran mes, estoy contento con mi rendimiento y espero que siga así, o incluso mejorando hasta el final de temporada", cierra Maté, que tendrá en el Giro del Veneto el próximo sábado y el Giro Emilia Romagna, el 6 de septiembre sus próximos retos.