Mikel Landa se tatúa las pintadas de guerra. El líder del Movistar promete batalla y entrega hasta el final en esta Itzulia que se ha desperezado gracias a su movimiento en Azurki y al que solo le pudieron seguir Jon Izagirre y PrimozRoglic. “Lo seguiré intentando, soy optimista. Voy a ir a ganar y hasta el último momento lo voy a probar”, avisa. “Fuerzas ya veremos mañana si tengo pero ganas me quedan”.
Mikel se movió en Azurki y vio cómo pronto se le adosó a las espaldas Roglic. Aunque, aseguró, “apenas le he visto porque no nos daba ni un relevo. No le he visto nada”. El alavés mantiene la esperanza de que “quizás mañana pague el esfuerzo. Mañana es un día duro”. No ocultaba que hoy, el líder “salía bien a los ataques. Es un corredor explosivo. Se nos pegaba bien a rueda. Habrá ido cómodo”. Además añadía que “había bastante viento de cara en las subidas pero espero que haya sufrido un poco. Se ve que está fuerte”.
Mikel también tuvo palabras de agradecimiento para la labor de sus compañeros del Movistar. “He ido muy cómodo con el trabajo que ha hecho el equipo, me han dado todo lo que he necesitado. Han estado muy bien. Hemos podido hacer lo que teníamos planteado y eso también te lleva adelante”.
Landa se lamentó de que “la primera etapa tuve un día malo. Después de eso estoy al nivel que esperaba”. Ahora, segundo en la general, a pesar de la distancia (1’57’’ con Roglic) no descarta la hazaña. “Tengo un poco más segura la plaza en el podio y sería bonito conseguirlo pero intentaré ir a por el liderato. Creemos que se puede hacer daño”.