Montepaschi Eroica: Y de repente, Lovkvist

El sueco ha sorprendido a Linus Gerdemann en la exigente rampa final de la clásica italiana para imponerse en Siena

admin

Montepaschi Eroica: Y de repente, Lovkvist
Montepaschi Eroica: Y de repente, Lovkvist

Foto: Tim de Waele

Resulta sencillo esconderse entre tormentas de arena en el desierto. Cualquiera puede camuflarse, parecer invisible en medio de la nada. Es posible desaparecer incluso. Lo hizo también Thomas Lovkvist. Pero no precisó de bajar hasta las extensas y calurosas sabanas africanas. Bastaba con levantar la máxima cantidad posible de polvo en los sesenta de los 190 kilómetros/> que la Montepaschi/> Eroica/> sumaba por carreteras arenosas. Escondido. El maillot del Columbia-High Road hizo las veces de traje de camuflaje. Óptimo. El sueco estaba casi apartado desde la misma línea de salida. Eclipsado, como siempre por su compañero Mark Cavendish, presente también en la línea de salida de Gaiole in Chianti donde los pocos más de un centenar de valientes se colgaron un dorsal para emular a los antiguos cicloturistas que rodaban hasta Siena por caminos pedregosos.

 

Esos que quitan el aliento solo con catarlos pisando el acelerador de un coche. Los que se hacen imposibles de avanzar con un automóvil sencillo. Es esta carrera que admite solo máquinas de gran potencia. De fondo. Con o sin motor magnético. También son válidos los pedales, combinados con una fuerza extrema. Y pocos son los elegidos que consiguen asomarse a la medieval localidad de Siena con opciones para alzarse con el triunfo. Más aún en esta, la tercera, edición de la Montepaschi/> Strade/> Bianche de Toscana. La organización se reservó un explosivo final con una rampa a falta de un kilómetro para la meta de un 6% de pendiente media. Matadora. Es la última de la larga lista de pruebas que la Eroica/> presenta a sus deseosos contendientes de hacerse con ella. El alemán Linus Gerdemann le ofreció sus votos una vez pasado el último sector de tierra y carretera blanca.

 

Había pasado lo peor, pensaba. Ya se veía ganador. Por detrás, incombustibles, Giovanni Visconti y Oscar Gatto, junto al corredor del LPR Ricardo Chiarini intentaron echarle mano, pero Gerdemann parecía invencible. Confiado. Dejó pasar los segundos, manteniendo la distancia justa. Recuperable. Factible para cualquier hombre que fuera escondido entre la polvareda. Como Lovkivst. Explotó el joven corredor del Milram en el último kilómetro, como antes lo había hecho Andy Schleck, que quiso danzar sobre la arena del tramo de Tolfe. Casi tropieza junto a su compañero Matti Breschel. Imposible ver más allá de la rueda delantera. Pedalearon ciegos. Sin apenas poder respirar. Ahogados. Era el efecto de la arena que cobró vida, por tercera vez para la Montepaschi/> Eroica./>

 

Cuatro escapados

A la misma que solo se presentó un corredor español. A última hora. Luis Ángel Maté trabajó sin descanso para el Diquigiovanni, especialmente en las zonas de asfalto, con el fin de reducir la ventaja de cinco minutos con la que disfrutaron el corredor del Barloworld Diego Caccia, el propio Chiarini, el Acqua & Sapone Luca Pierfelici y el ucraniano del ISD Kvachuk. Los cuatro fueron los grandes protagonistas de la carrera. Los héroes mecidos por las colinas toscanas hasta que el Milram cambió la marcha. Pero, tanto los cuatro fugados como el equipo dirigido por  Jochen Hahn corrían al descubierto. Limpiándose al momento de la arena que cubría sus rostros. Con las cartas sobre la mesa. De la misma forma que Filippo Pozzato.

 

Las piernas del italiano comenzaron a quejarse pasado el primer centenar de kilómetros. Soportable al principio. Imposible de avanzar después. Le pesa aún la caída de la Het/> Volk./> Veinticuatro horas atrás era optimista. Pensaba solo en la victoria. En que sus piernas estaban en buenas condiciones. Error. Pero ?Pippo? no se preocupa. Por el momento. Es un fallo menor. Espera repararlo en la Tirreno-Adriático/> primero, y en la Milán-San/> Remo./> Su gran meta está ya construida en la marítima localidad italiana. No en Siena. Demasiado medieval. A Pozzato le va más la modernidad. Por eso no se escondió. Al contrario que Thomas Lovkvist.

 

Cuando toda la carrera echaba la vista atrás atendiendo al retraso de Mark Cavendish y Michael Rogers, Lovkvist aprovechó para engrasar su máquina. En secreto. Escondido entre la arena. Gerdemann apuraba su último respiro. Esperaba llegar a Siena como si de un camino de rosas se tratara. Pero esto es la Eroica./> Una/> carrera diferente. Una clásica única. Los adoquines de la entrada a la ciudad se le atragantaron. Y allí, el sueco del Columbia se quitó el traje de camaleón. Apareció de repente. Súbito. El Milram apenas tuvo tiempo de reaccionar ante la sorpresa. Solo Wegmann pudo seguir su estela. Lejana. Imposible de alcanzar. Thomas Lovkvist provocó la sorpresa en Siena a lo largo de los kilómetros más añejos y cerrados a las modernidades de Italia. Su aparición fue momentánea. Revolucionaria. Repentina. ainara@ciclismoafondo.es







CLASIFICACIÓN DE LA MONTEPASCHI EROICA

1. LÖVKVIST Thomas (TEAM COLUMBIA - HIGH ROAD)
2. WEGMANN Fabian (TEAM MILRAM)
3. ELMIGER Martin (AG2R LA MONDIALE)
4. BOASSON HAGEN Edvald (TEAM COLUMBIA - HIGH ROAD)
5. GERDEMANN Linus (TEAM MILRAM)
6. VISCONTI Giovanni (ISD)
7. VELITS Peter (TEAM MILRAM)
8. SCHLECK Andy (TEAM SAXO BANK)
9. LLOYD Daniel (CERVELO TEST TEAM)
10. HESJEDAL Ryder (GARMIN - SLIPSTREAM)
11. BENNATI Daniele (LIQUIGAS)
12. IVANOV Serguei (TEAM KATUSHA)
13. KONOVALOVAS Ignatas (CERVELO TEST TEAM)
14. HAMMOND Roger (CERVELO TEST TEAM)
15. CHIARINI Riccardo (LPR BRAKES - FARNESE VINI)
16. GATTO Oscar (ISD)
17. RIGHI Daniele (LAMPRE - NGC)
18. ROLLIN Dominique (CERVELO TEST TEAM)
19. BELLETTI Manuel (DIQUIGIOVANNI)
20. BRESCHEL Matti (TEAM SAXO BANK)

/>