La segunda etapa de la Vuelta a Burgos quedó marcada por una gran montonera, dentro de los últimos 500 metros de la etapa, a causa de un resalto que David Dekker (Jumbo) no vió y que le hizo saltar por los aires, junto con muchos otros corredores.
Fue una situación que causó mucho revuelo, y frente a la que la organización de la ronda burgalesa se defendió explicando que ellos habían dado todo tipo de informaciones sobre el final de la jornada en el libro de ruta y que estaba bien señalizado por voluntarios.
Así, a lo largo de los días posteriores han surgido varias reclamaciones para que este tipo de finales al sprint sean más seguros. La misma tarde del enganchón en Burgos, se produjo otro en la Vuelta a Polonia, en su caso por una curva cerrada antes de la recta de meta.
— Philippe Gilbert (@PhilippeGilbert) August 5, 2022
Philippe Gilbert (Lotto), uno de los corredores más experimentados del pelotón, explicó en sus redes sociales que "como representante de los corredores ante la UCI, he pedido un nuevo protocolo para que se controlen y aprueben finales al sprint mucho más seguros".
"Esto no sucede habitualmente. Son los ciclistas los que siguen siendo víctimas de la negligencia y es hora de tomarse mucho más en serio nuestra seguridad. Las cosas tienen que cambiar", proseguía Gilbert en su mensaje.
El belga, que se retira del ciclismo profesional tras esta temporada, comentó al hilo de la caída que "mi corazón está con todos los corredores afectados. Defiendo la seguridad de los corredores y desapruebo cómo están las cosas ahora mismo".