Por partida doble; los dos equipos de Ivano Fanini

El ciclismo italiano, seguramente de modo más acusado que otros países tradicionales en la historia de este deporte, ha visto cómo las exigencias de la modernización y globalización de los últimos tiempos minaban una parte del protagonismo que siempre tuvo en muchos ámbitos. Si bien sus corredores y calendario siguen siendo referentes, su involución a nivel de equipos es más que considerable. Para esta recién iniciada temporada contarán únicamente con Corratec, Polti Kometa y VF Group Bardiani en la segunda categoría, todos sin grandes ni reales aspiraciones de crecimiento, ocho años después del fin del último World Team afiliado en este país, el Lampre-Merida antes de mutar a emiratí y convertirse en el actual UAE Team Emirates. En tiempos no muy lejanos, resultaba tradicional ver cómo sus equipos eran mayoría en grandes citas internacionales y abastecían sobradamente las inscripciones de su propio calendario. Perennes estructuras cuyo nombre y piel mutaban de forma continua con los cambios de patrocinador y con una serie de nombres habituales al mando. Ivano Fanini, uno de ellos, justo antes de que su lanzamiento del Amore & Vita le catapultara al primer plano durante la década de los noventa, llevó aquella abundancia a niveles difíciles de repetir gracias a un singular acuerdo de esponsorización alcanzado con Pepsi. Bajo su dirección simultánea, y con la conformidad de la filial italiana de la marca, Fanini consiguió que la firma financiara a la vez dos conjuntos que coexistieron un año al máximo nivel, y que en numerosas ocasiones, y pese a las lógicas suspicacias, también fueron rivales. El Fanini-7up, de filiación italiana, y el Pepsi-Fanini, que tuvo que emigrar a los Estados Unidos ante la negativa de su federación a inscribirlo por esa doble jefatura, formaron esa extraña familia ciclista nacida casi por casualidad. A la propuesta de su creador de que ambas marcas apareciesen en el maillot, llegaría como inesperada respuesta la proposición de formar dos estructuras independientes capitaneadas por dos veteranos del pelotón transalpino en los finales de sus carreras deportivas: Pierino Gavazzi y Gianbattista Baronchelli. El paso de aquella dupla de equipos por el profesionalismo fue, no obstante, efímero; apenas un año después se fusionaban, a la par que en Australia, y con la ayuda de una empresa de salsas de su tierra, Fanini creaba otro modesto conjunto que doce meses después acabaría convertido en el histórico Amore & Vita, cuyo longevo y polémico periplo por el pelotón profesional concluyó hace apenas tres años. Algunos organizadores tampoco vieron con buenos ojos aquella coexistencia de 7up y Pepsi. Vincenzo Torriani, por ejemplo, obligó a que sólo una de ambas escuadras estuviese en la salida del Giro de Italia en Urbino, y meses antes ya había hecho lo propio en la Milán-San Remo, obteniendo como respuesta una protesta a pedales de los integrantes del Pepsi. Todos realizaron íntegro el recorrido de la Classicissima unos minutos por delante del pelotón, buscando la atención de los medios de comunicación y una rectificación que meses después no llegaría.

Por partida doble; los dos equipos de Ivano Fanini

En tiempos no muy lejanos los equipos italianos eran mayoría en las grandes citas internacionales. Ivano Fanini llevó aquella abundancia a niveles difíciles de repetir gracias a un singular acuerdo de esponsorización alcanzado con Pepsi.

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