La edición 354 de Ciclismo a Fondo, que podéis encontrar en kioskos, AppStore, Zinio y Kiosko&Más desde este miércoles, contiene un reportaje llamado ‘Las bicis de África’ que versa en torno a MTN – Qhubeka, el primer gran equipo profesional africano, que ha sido invitado a participar en la próxima Vuelta a España. En las páginas impresas os contamos su filosofía, su historia y su extraordinaria labor social, así como su posible alineación para la gran ronda española y la historia de Songezo Jim, uno de sus corredores más carismáticos, con el inestimable apoyo de los dos españoles del equipo, el director Manel Lacambra y el ciclista Sergio Pardilla.
No obstante, no nos quedamos satisfechos. Por razones de espacio, sólo pudimos hablar de Jim; pero muchos otros ciclistas del equipo, y particularmente los otros siete negros africanos, también tienen una trayectoria personal que merece ser narrada. Y, como en internet no hay limitaciones de espacio, hemos decidido servíoslas aquí. ¡Esperamos que os gusten!
John-Lee Augustyn (1986, Kimberley – Sudáfrica). Se trata de un viejo conocido del pelotón europeo, al cual llegó de la mano de Barloworld en 2007. Debutó en el Tour en 2008, con apenas 21 años, y los focos se posaron en él no sólo por su juventud y sus excelentes prestaciones en la montaña, sino por su celébre caída al inicio de la bajada del Col de la Bonette, que coronó en cabeza de carrera para después salirse por un terraplén y deslizarse bastantes metros ladera abajo. No obstante, su caída más importante no fue esa, sino una sufrida en la Volta a Portugal del año anterior, en la cual se rompió la cabeza de fémur. Nunca se recuperó totalmente y sufre una osteonecrosis crónica en fémur y cadera que le ha lastrado en su paso por Sky (2011), Utensilnord (2012) y MTN (2014), donde llegó tras tomarse un año sabático buscando desesperadamente una solución a sus problemas físicos. “Es una pena, porque tiene mucha clase y quiere ser ciclista”, admite compungido Manel Lacambra. Esta temporada logró terminar la Tropicale Amissa Bongo gabonesa, pero el dolor le obligó a retirarse en Langkawi, Drenthe y GP Nobili.
Ferekalsi Debesay Abrha (1986, Tseazega - Eritrea). Antiguo gimnasta, llegó al ciclismo profesional gracias a su abuela, que cuando vio su talento y su gusto por la bicicleta decidió apoyarle económicamente en su carrera deportiva. Cuando fichó por MTN mediado 2012, sorprendió al staff por su capacidad para adaptarse a todos los terrenos y su enorme combatividad. Lacambra lo define como “muy serio y trabajador, de esos corredores que se pasan entrenando. Lo único que puede limitar su carrera es la mala suerte con las caídas". Esta campaña ganó una etapa en la Tropicale Amissa Bongo.
Tsgabu Gebremarian Grmay (1991, Mekelle - Etiopía). Viene de una estirpe de ciclistas (su padre y su hermano compitieron en bicicleta) y es uno de los jóvenes más talentosos del equipo; no en vano, pasó por el World Cycling Centre (el centro de formación de la UCI para corredores de países en vías de desarrollo) y es el vigente campeón de su país tanto en línea como en contrarreloj. Lacambra no descarta que participe en la Vuelta y lo considera “un auténtico ganador". Los hechos lo corroboran: en el Tour de Taiwan 2013 se anotó una etapa con un demarraje de puro colmillo en un repecho a 3km de meta que impresionó al líder y a la postre vencedor de la ronda, Bernard Sulzberger: “Atacó cuando todos estábamos al límite; volaba". En el plano personal, el técnico catalán lo define como “una de las personas más divertidas y risueñas del equipo".
Adrien Niyonshuti (1990, Rwamagana - Ruanda). En MTN, Songezo Jim es el símbolo; Gerald Ciolek, la estrella; Teklehaimanot, Meintjes y Kudus, los “Kwiatkowskis"… Pero el más famoso del equipo, al menos en su país, es Adrien Niyonshuti. “Sólo el presidente es más conocido que él en Ruanda", dice orgulloso su mentor, el exciclista Jock Boyer. Su historia personal (sobrevivió al genocidio ruandés escondiéndose en el bosque con sus padres) es tan conmovedora que sería pecado condensarla en un párrafo. Baste apuntar que, cuando compitió como ‘biker’ en las olimpiadas de Londres 2012, ocupó páginas y páginas en medios como Sports Illustrated o The New Yorker. Deportivamente, Lacambra dice de él que “es un auténtico fondista, con un espíritu de sacrificio impresionante y muchísima capacidad escaladora". Fuera de la bici, el técnico catalán lo considera “la mejor persona de todo el equipo", y asevera que es “de los más implicados con Qhubeka fuera de Sudáfrica". Dice Niyonshuti que adora la bicicleta porque le “ayuda a olvidar".
Jacques Janse van Rensburg (1987 - Springs, Sudáfrica). Antiguo ‘biker’, cuando dio el salto a la carretera quedó claro que tenía futuro y encontró hueco para desarrollarlo en el conjunto Continental español Burgos-BH, al cual llegó junto al también sudafricano Chris Jennings en 2011. Sin embargo, no logró adaptarse a la vida en el Hotel Ciudad de Burgos y terminó por retornar a su hogar en mayo. Pese a la decepción, no dejó la bicicleta y en la siguiente campaña se enroló en MTN-Qhubeka, donde es uno de los ciclistas más consistentes por su saber estar y talento escalador. Recientemente se impuso en el Mzansi Tour (una vuelta .2 sudafricana) y rayó a buen nivel en el Giro del Trentino.
Meron Russom Alem (1987, Asmara – Eritrea). También formado en el WCC, es un buen escalador muy célebre en su comunidad, según Lacambra, por “ser hijo de una especie de rey local, lo que le hace ser conocido y respetado". Según explica en la web de MTN; su mejor recuerdo sobre la bici son unos campeonatos disputados en su ciudad: “Hubo incertidumbre en la foto finish y, cuando se anunció por megafonía que yo era el ganador, la multitud me cogió en volandas".
Jani Tewelde (1990, Asmara – Eritrea). El más veloz de los eritreos, pese a ser considerado como un esprínter sorprendió en el año de su debut con MTN por ser capaz de aguantar con los mejores en el durísimo final en alto de la Vuelta a Langkawi, Genting Highlands. Lacambra corrobora que es “muy rápido", a la par que lamenta que “le está mermando una lesión de rodilla".
Jay Robert Thomson (1986, Krugersdorp - Sudáfrica). “He visto todos los continentes, excepto la Antártida, gracias a la bicicleta. Me gusta la libertad de estar sólo ante la carretera". Ese espíritu trotamundos precede a este corredor con oficio y experiencia adquiridos en el calendario americano, donde compitió con Fly-V, Bissel y United Health Care. Rodador y contrarrelojista, ganó una etapa cabalgada mediante en la Volta a Portugal 2012 y fue campeón de Sudáfrica al año siguiente. Lacambra destaca de él que es “un líder fuera de la carretera" y “una máquina de rodar". “Es uno de esos corredores recios que, cuando se cae, se levanta de inmediato y pedalea más rápido que antes".
Youcef Reguigui (1990, Algeria). Este velocista recoge el testigo de históricos corredores argelinos como Marcel Molinès o Abdel Kader Zaaf, cuyas historias en el Tour de 1950 os apuntamos en la revista. Con 19 años recién cumplidos acabó 2º en la Vuelta a Argelia, lo cual le valió ser seleccionado para formarse en el WCC. Tras unas campañas de maduración en las que su mejor resultado fue la victoria en la Vuelta a Azerbaiyán - Heydar Aliyev Anniversary Tour 2012, hace dos inviernos fue reclutado por MTN. Este año ha enamorado a Manel Lacambra, que no duda en aseverar que cree “mucho" en él. “No tiene miedo y es muy rápido, dará que hablar. Me gusta particularmente lo bien que se busca la vida cuando tiene que disputar sin ayuda".
Los más observadores y conocedores habréis echado de menos varios nombres, como Jaco Venter, fugado el domingo en Lieja; los rodadores Potgieter, Van Zyl y Wesemann; el escalador Van Niekerk… O los tres talentos africanos más rutilantes de la escuadra, Kudus, Meintjes y Teklehaimanot. A esos los definió Sergio Pardilla como “los Kwiatkowskis de MTN", y los dejamos para una pieza que podréis leer mañana.