Cuando el mundo del ciclismo se las prometía felices con Remco Evenepoel, un chavalín que iba para futbolista y que después explotó como promesa de leyenda sobre una bicicleta, se cruzaron en 2021 en su camino un puente y un diminuto muro del Giro de Lombardía. En aquella caída al vacío se marchaban unos cuantos huesos y también una buena dosis de ilusión. Y es que ya sabemos de sobra lo que ocurre en la mayoría de los casos tras una caída de ese calibre. La lista de ciclistas que han desaparecido del mapa tras un suceso así es larga y está repleta de nombres ilustres.
Por eso, cuando se anunció que Evenepoel correría el siguiente Giro de Italia, la incertidumbre estaba sobre la mesa. Si el accidente no le había afectado más de la cuenta, veríamos hasta dónde sería capaz de llegar el prometedor belga. De lo contrario, comprobaríamos si por aquel puente italiano se había escapado la opción de contemplar a una de las posibles futuras leyendas de este deporte tan desagradecido a veces como bonito otras tantas.
Y pasó lo que pasó. La tercera semana se llevó por delante al joven Remco, que no llegaría a la última etapa. Las dudas, entonces, se cernieron sobre él. Las críticas arrecieron y el plomizo cielo cayó sobre su cabeza. Que si ya no sería el mismo. Que si otra joya machacada por la dureza del ciclismo… Pocos creían entonces lo que después ocurriría. En el resto del año fue recuperando tono y preparando su asalto a la primera línea mundial en 2022. Y vaya si lo hizo. La Lieja cayó en primavera, pero era, simplemente, un aviso de lo que estaba por venir. En San Sebastián, en su hermosa clásica, se dieron cuenta de que el brutal e impresionante Remco Evenepoel de siempre, el de las categorías inferiores, el de sus primeras andanzas en profesionales, estaba de vuelta. Victoria tras victoria. Cayó la Clásica, pero también la Vuelta, el bronce mundial en contrarreloj y claro, el arcoíris en ruta.
Ahora, a sus 23 años, quiere disfrutar del maillot más bonito del planeta y de un curso en el que quiere continuar brillando. Para empezar, sueña con asaltar el Giro de Italia 2023, su tercera grande, para el que está cuidando cada mínimo detalle de preparación. “Todavía tiene mucho trabajo por hacer”, explica su director en el Soudal-QuickStep, Klaas Lodewyck, en declaraciones a VeloNews desde el UAE Tour. “Aquí se ha visto que ha dado un gran paso después de la Vuelta a San Juan. La semana de entrenamiento en España posterior a Argentina le ha venido muy bien. La intensidad que ha hecho allí ha sido muy buena y él ha respondido perfectamente”.
Tras el UAE Tour, Remco Evenpoel hará entrenamientos en altura para preparar la Volta a Catalunya de marzo, en la que se encontrará, entre otros, con Primoz Roglic, quien solo se ha marcado la carrera catalana en su calendario camino del Giro de Italia, donde ambos rivalizarán por el rosa. “Allí habrá una buena lista de inscritos, especialmente Roglic, por lo que será una buena prueba para ver dónde está Remco y ver cómo debemos entrenar después”.
