Con la marcha de Alberto Contador, el Astana pronto se ha puesto manos a la obra en la tarea de buscar un gran líder y punta referencial en las grandes vueltas, especialmente en el Tour de Francia. Y no solo el equipo kazajo. También corredores que despuntan pero se ven tapados por líderes ahora más poderosos y por los que tienen que sacrificar sus ambiciones visten sus mejores galas y llaman a las puertas de equipos huérfanos de puntales. Esos dos deseos los tenían el Astana por un lado y Roman Kreuziger por el otro. Poco han tardado ambas partes en unir sus ambiciones en forma de contrato pasra que el ciclista checo pase a formar parte del Astana las próximas dos temporadas.
Kreuziger abandonará así la disciplina del Liquigas con quien disputará la Vuelta a España y teñirá su maillot de azul celeste kazajo con el que quiere seguir progresando en una carrera, la suya, que parece a todas luces en crecimiento lento pero constante y, a la vez, un tanto estancado por estar a la sombra de corredores como Ivan Basso o Vincenzo Nibali. Kreuziger, separará su camino de los que hasta ahora han sido sus compañeros para convertirlos en rivales. Aún así, el fichaje del checo no es el único en cuanto a líderes sopesa el Astana porque sigue barajando seriamente la opción de contar con los servicios de Denis Menchov para la próxima temporada.