Lo primero que hace Luis León Sánchez al bajarse de la bicicleta en la meta de Erg Chebbi es pedir perdón por haber ganado. “Por desgracia he tenido que dejar a Mantecón”. Luisle ha venido a esta Skoda Titan Desert a divertirse. Después de dos décadas al más alto nivel, con su total entrega que le ha caracterizado siempre, es lo que más quiere ahora. Pasarlo bien encima de la bicicleta. Pero también está aquí por una causa, la del equipo Kosner-Saltoki Home, el más numeroso de la carrera con más de sesenta participantes que, apadrinados por Juan Carlos Unzué, van sumando euros a la donación que harán por cada etapa que ganan, los corredores del equipo que terminan y las clasificaciones que lideran para luchar contra la ELA que el exportero sufre y a la vez visibiliza en su lucha.
Cuantos más triunfos, más dinero a las arcas para la investigación frente a la enfermedad, hoy por hoy incurable. Por esa razón, a Luisle no le ha quedado más remedio que utilizar su fortaleza a falta de 30 kilómetros y marcharse en solitario para buscar el segundo triunfo de etapa. Para entonces, ya había soltado a Sergio Mantecón, mediada la jornada, y se había marchado en busca del grupo cabecero en el que marchaba Pau Miquel, también del Kosner-Saltoki. “Me ha echado una mano y ha sido importante para afrontar la última parte, porque me he podido alimentar bien. Sabemos que aquí en la MTB las pájaras no avisan”.

De ahí hasta la meta ha volado por las pistas del desierto presahariano camino de Erg Chebbi, una de las cordilleras de dunas más espectaculares y visitadas de Marruecos. Hasta aquí se acercan cada día cientos de turistas en busca de la experiencia desértica. Las montañas de arena, pasear en camello, dormir en haima. Igual que lleva Luisle desde que inició la Titan Dessert. Un nómada en el desierto. Mucho más en esta noche pasada, con la etapa maratón en la que los participantes no tuvieron ni mecánicos ni masaje después de la etapa. Supervivencia pura.
“Estoy disfrutando a lo grande con esta gente del equipo que me hacen sentirme tan cómodo. Esta noche pasada me han dado todas las facilidades para dormir, parecía un crío pequeño y ellos mis padres, alguno dándome incluso la almohada para dormir. Ya me sentía avergonzado con las facilidades que me daban”, ha contado al llegar a la meta. No ha levantado siquiera los brazos para celebrar el triunfo. “Mantecón es un amigo, lo conozco desde hace muchos años y es una pena”, dice, lamentando haberle arrebatado también el liderato que ahora tiene con más de siete minutos sobre el biker cántabro y más de diez con el también ex profesional Riccardo Chiarini. “Pero me debo a mi espónsor y también a Juan Carlos Unzue, es una recompensa para él y su asociación”.
La etapa, contó Luisle, “ha sido un poco atípica. Mucha arena y mucho tiempo sentado, que es algo que no estoy acostumbrado. También zonas de aire. No de dunas pero sí de bastante arena. Había mucha gente interesada en la etapa. Fran Herrero ha atacado de lejos y yo por desgracia luchaba con Sergio Mantecón. Al final ha habido momento de impás, de que arrancaba la gente. En una subida con bastante tierra y piedras, con bastante aire, se ha decidido la carrera”, resume el murciano. Ahí es donde se marchó.

Para no dejar de repetir que “ha sido una desgracia personal”, pero espera devolvérsela. Eso sí, tiene que ser pronto: “Tampoco quiero alargar mucho esto del MTB. Este año y un poco el año que viene. Vengo de veinte años haciendo lo mismo y también me apetece dar un cambio drástico. Aunque estoy muy contento con las marcas a las que represento y gracias a ellos estoy aquí”.
Esas dunas a las que se asoma el León con su rugido son las que mañana tendrá que sortear en la etapa de navegación. Una jornada en la que los participantes no contarán con el track ni señalización del recorrido para llegar hasta la meta entre las dunas de Erg Chebbi. “Mañana me toca la de Rigoberto: empezar a rezar para que no pase nada”, dice entre risas Luisle. “Soy un inexperto y no sé a dónde voy, solo que habrá mucha arena, mucha tierra. Es la primera vez que voy a pasar unas dunas de ese tipo, así que sea lo que Dios quiera”.