El "Infierno del Norte" ha sido conquistado por un temerario, Mathieu Van der Poel (Alpecin - Deceuninck). El neerlandés firma su tercera victoria consecutiva en la París - Roubaix tras cruzar la línea de meta en solitario. Tadej Pogacar (UAE Team Emirates - XRG) cerró su primera participación en la clásica francesa con una actuación de muchos quilates, pese haber perdido las opciones de ganar la prueba a 38 km de la llegada por un percance en una curva, donde se pasó de frenada y cayó al suelo, dejando a su némesis avanzar hacia el triunfo libremente. Mads Pedersen (Lidl - Trek) completó el pódium.
Más de 100 años de historia, 30 tramos adoquinados y más de 250 kilómetros rodean a la París - Roubaix, uno de los cinco monumentos del ciclismo. En esta edición, se congregaban estrellas mundiales como Van der Poel, Pogacar, Pedersen o Van Aert. Las expectativas estaban por las nubes. Y no decepcionaron ni lo más mínimo. La carrera comenzó movida y con numerosos ataques. Se conformó la fuga inicial con relativa rapidez. Aunque su aventura estaría caracterizada por su brevedad, ya que el grupo de favoritos estaba ansioso de comandar la prueba.
Empezaron sus maniobras a 100 km de la línea de meta. En un abrir y cerrar de ojos, las estrellas se ponían al frente liderando la carrera y neutralizando a los fugados, que intentarían resistir el empuje y la velocidad sin suerte ninguna. Ya con las cartas encima de la mesa y agrupados en la cabeza, decidieron agitar desde lejos y provocar un remolino de ataques. Pogacar fue el primero. El esloveno, sin vergüenza pese a ser su debut en la clásica francesa, se tiró a la piscina y aceleró el ritmo para marcharse y destacarse en solitario. Van der Poel, con las piernas frescas y poderío físico, igualó a su rival y, junto a su compañero de equipo, Jasper Philipsen, se unió a la rueda del líder de UAE Team Emirates - XRG.
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— Paris-Roubaix (@parisroubaix) April 13, 2025
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Se acontecía complicada la misión de ganar para el campeón del mundo de ciclismo en ruta, ya que contaba con la pareja demoledora de Alpecin - Deceuninck y dueña del pódium de las últimas ediciones como acompañante, pero a 46 km de la llegada, en un tramo adoquinado, Philipsen sorpresivamente claudicó y se descolgó del trío cabecero. Apareció en escena el momento del mano a mano entre el neerlandés y el esloveno. Sólo quedaban ellos dos, nadie más podía optar al título. Comenzaba la tercera entrega de la saga de "Juego de Tronos" entre los dos grandes dominadores del ciclismo mundial.
En cambio, todo dio un vuelco de 180º cuando Tadej Pogcar, a 38 km de la llegada, sufrió una caída tras pasarse de frenada en una curva adoquinada. La inexperiencia de la primera vez o simple mala suerte. El caso es que ese percance propició la nulidad del duelo entre los dos colosos. Van der Poel, con varios años de adoquines de la París - Roubaix a sus espaldas, supo gestionar las dificultades de la clásica francesa y rodar en la cabeza y en solitario los úiltimos 34 km para regocijarse en su histórico triunfo que lo puso a la altura de unos pocos elegidos tras sumar su tercera victoria consecutiva. Se proclamó rey del "Infierno del Norte". Finalmente, la tercera posición se decidió en un sprint entre Van Aert y Mads Pedersen, cayéndole la gloria al corredor de Lidl - Trek.
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