Tim Harris, un torerillo en el Movistar 2024

Una de las novedades anunciadas durante la primera concentración realizada por el Movistar Team de cara a la próxima temporada fue la llegada de Tim Harris al cuadro técnico de su equipo femenino. Aunque su nombre es probable que suene poco para el gran público, la trayectoria ciclista de este británico de Swaffham, localidad ubicada en la región este de Inglaterra, es larga y polifacética. Seguramente pocos sabrán que casi todas las grandes figuras anglosajonas recientes se han abierto camino en algún momento gracias a su ayuda. Tras retirarse del profesionalismo a finales de 1996, Harris acabó reconvertido como vendedor de muebles al por mayor en Bélgica, su país de adopción en el Viejo Continente. Al titubeante inicio y difícil adaptación a su nueva faceta, le siguió una época de cierta estabilidad donde la casualidad le haría regresar de lleno a su deporte. Arreglando un pinchazo sufrido mientras rodaba por las carreteras flamencas, reparó en la presencia de una antigua casa en venta en la localidad de Tielt, en el Brabante Flamenco. Aquella edificación, de dos plantas con la típica fachada de la zona construida con ladrillo caravista, terminaría siendo suya y poco tiempo después reformada para convertirse en refugio ocasional de corredores de todo el mundo llegados a Bélgica para intentar abrirse camino, apoyados en su prolífico calendario de pruebas locales. Los primeros fueron los taiwaneses del conjunto Giant- Asia; después les seguiría las selección británica; y, posteriormente, una inacabable lista de equipos y ciclistas de los que más de un centenar lograron ser profesionales: Bradley Wiggins, Mark Cavendish, Chris Froome, Peter Kennaugh, S. Cummings... y, en los últimos años, incluso colombianos como Rodrigo Contreras y Fernando Gaviria, quien se obsesionó con el cortacésped y dedicó parte de su tiempo de descanso a arreglar el jardín trasero. A principios de esta década, el fugaz paso de sus compatriotas Rod Ellingworth y Mark Cavendish por el Bahrain McLaren le sirvió para ser reclamado como director deportivo e inaugurar una nueva faceta en su periplo ciclista que le ha acabado llevando, cuatro temporadas después, al conjunto telefónico, con paso previo por otra formación de féminas, el EF-TIBCOSVB con que se estrenó en la categoría. Pero Tim Harris fue también corredor profesional durante once temporadas de las que una, la de 1990, la pasó en España con el Lotus-Festina de Miguel Moreno, aquel equipo humilde y lleno de jóvenes neoprofesionales a quienes se apodaba cariñosamente torerillos por su modestia y combatividad. Vestido durante medio año con el maillot de campeón nacional, pudo ganar dos etapas de la Volta al Algarve y, sobre todo, empaparse de la gran cultura ciclista que el abultado calendario nacional de la época proporcionaba. Incluso, como nos contó durante una salida del Tour de Francia en el que trabajó como chófer, fue lector habitual de Ciclismo a Fondo. "La recuerdo perfectamente, era la más importante de la época y la compraba cada mes", declaraba en el buen castellano que todavía mantiene.

Tim Harris, un torerillo en el Movistar 2024

Aunque es probable que su nombre suene poco para el gran público, la trayectoria ciclista de este británico es larga y polifacética. Casi todas las grandes figuras anglosajonas recientes se han abierto camino en algún momento gracias a su ayuda.

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