La clásica belga Brujas-La Panne está considerada como una especie de "Campeonato del Mundo de velocistas" y no hay más que ver su palmarés para darse cuenta de los grandes sprinters que reúne cada año. En esta ocasión no estaba Fabio Jakobsen, la referencia en 2022 con seis victorias, pero sí una amplia nómina de los ciclistas más rápidos del mundo: Cavendish, Merlier, Kooij, Groenewegen, De Lie, Ackermann, Van Poppel, Démare, Bouhanni, Girmay, Walscheid, Cees Bol…
Con un recorrido totalmente plano de 207,9 km entre Brujas y La Panne, la 46ª edición de esta clásica respondió a lo esperado y se resolvió en una llegada masiva en la que Tim Merlier (Alpecin-Fenix) se llevó el triunfo tras superar a Dylan Groenewegen (BikeExchange) en un final de "foto finish", en el que hubo que esperar unos minutos hasta que los jueces confirmaron la victoria del belga, su tercera de la temporada y la 21ª como profesional. Completó el podio Nacer Bouhanni (Arkéa-Samsic) tercero, con Walscheid, Kooij y Démare tras ellos.
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— Classic Brugge-De Panne (@bruggedepanne) March 23, 2022
La clásica de la costa del Mar del Norte que transita por la parte occidental de Flandes no tenía dificultad algunas, todo llano, nada de adoquines, ideal para volar y propiciar una llegada masiva. El peligroso paso por De Moeren, temido por el viento, no fue determinante, pero en ocasiones los nervios y los errores causaron caídas. No faltaron los accidentes. Perjudicado fue el Movistar, con la retirada del madrileño Gonzalo Serrano y los batacazos del velocista alemán Max Kanter y del suizo Johan Jacobs. No fue una carrera de buen recuerdo para la escuadra telefónica.
Después de la salida de la monumental Plaza Markt Square de Brujas, capital de Flandes occidental, otra Venecia con abundantes de puentes y canales, se formó una escapada con tres tres valientes, Enrico Battaglin, Dimitri Peyskens y Jens Reynders. Inocua fuga que apenas alteró los planes de un pelotón que controló las diferencias con alta precisión. A 29 km de meta el grupo ya había terminado con las ilusiones de los atrevidos del día. Se olía sprint.
El Quick Step avisó de lejos de sus intenciones pensando en Cavendish, pero el británico no entró bien colocado en la definitiva pista de despegue hacia la victoria, a pesar de que su lanzador, Morkov, cumplió con su trabajo, como siempre. Sin Cavendish en el lío, y sin el alemán Ackermann, rodando por el suelo víctina de una caída, el sprint se despojó de un par de candidatos.

Groenewegen lo lanzó de lejos y tomó la delantera de la desatada marabunta, pero se le puso al lado Merlier. Ambos llegaron con las ruedas juntas, en paralelo, a distancia inapreciable para el ojo humano. Intervino la foto de llegada, donde salió retratado Tim Merlier, sonriente ante la sexta victoria de su equipo en 2022, y la tercera particular, dos de ellas en el World Tour (también ganó una etapa de la Tirreno-Adriático). Un motivo para sonreír en De Panne, lugar de playa y disfrute para franceses y belgas en época estival. Uno de ellos adelantó la fiesta.
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