La temporada de ciclocross de Wout Van Aert sólo tiene un color hasta la fecha: el de la victoria. El campeón belga volvió a imponerse sobre la nieve de Val di Sole en tan sólo tres días de competición, sin dar opción a sus rivales. El podio lo completaron su compatriota Michael Vanthourenhout y el británico Tom Pidcock, corredor del Ineos-Grenadiers.
Si en el día de ayer el barro fue el protagonista en el Ethias Cross de Essen, la nieve esperaba hoy a los corredores en el circuito de Val di Sole. La prueba, valedera para la Copa del Mundo, vivió un bonito duelo en el que los favoritos hicieron honor a su vitola y fueron los que se jugaron el triunfo. Michael Vanthourenhout (Pauwels Sauzen - Bingoal) fue el único que desafió el dominio de Van Aert en las primeras vueltas antes acabar cediendo para firmar la segunda posición. Por su parte, el campeón olímpico de ciclismo de montaña Tom Pidcock mostró sus habilidades para abrirse camino a través de la nieve hasta la tercera plaza, superando al líder de la Copa del Mundo, el belga Eli Iserbyt.

Las condiciones extremas no impidieron ver un bonito espectáculo y el propio Van Aert reconoció que "esto demuestra que puedes hacer ciclocross donde quieras, en un parque en las ciudades más grandes del mundo o aquí en las montañas". Todo ello cuando se empieza a hablar de este deporte como candidato a entrar en el programa olímpico de invierno en el futuro.
Después de tres exhibiciones en una semana, Van Aert confirmó que se perderá las carreras de la próxima semana para estar en la concentración del equipo Jumbo-Visma en España antes de regresar al ciclocross en Dendermonde el próximo 26 de diciembre, día del Boxing Day.