Vuelta a Castilla y León: 1ª etapa: Sobrino levanta los brazos y Armstrong se va al suelo

Vídeo de la caída: el americano fue el primero en irse al suelo en la montonera que se produjo en los últimos kilómetros de una etapa que ganó Joaquín Sobrino

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Vuelta a Castilla y León: 1ª etapa: Sobrino levanta los brazos y Armstrong se va al suelo
Vuelta a Castilla y León: 1ª etapa: Sobrino levanta los brazos y Armstrong se va al suelo

Fotos: Rafa Gómez

Baltanás es un pueblo con enorme influencia goda. La localidad, igual que al resto de los campos del Municipio de Antigüedad, es conocida como la tierra de los Campos Góticos. Fue bautizada así cuando los godos la conquistaron. Período breve el de su dominio. Pronto fueron expulsados de la tierra más castiza y legendaria de la península ibérica. Huida rápida. Como la de Lance Armstrong en la primera etapa de la Vuelta/> a Castilla y León. Sintió como nadie el escenario que hace siglos sirvió de terreno para librar las batallas entre musulmanes y la tribu germánica. Debilitada. Vivían su época de decadencia tras su auge en el siglo III, cuando avanzaron hasta las Orillas septentrionales del Mar Negro. Habían dejado tras de sí a pueblos afines. De su mismo bando. Traición. El tiempo los castigó. También a Lance Armstrong. Le fallaron los huesos. Ya no los tiene tan soldados como en su plenitud. Ocaso americano.

 

Con 37 años, los armazones del cuerpo no se engarzan entre ellos como años atrás. El tiempo pasa factura. También en la destreza. La reconquista de un terreno que antes era propiedad innata e imperecedera suena a utopía. Les pasó a los godos. Pronto consiguieron hacerse con una auténtica dinastía. También Armstrong lo hizo. En apenas siete años. Siete tours. Legendarios. Un mito. Y de ellos desató su retirada. Descanso para el rey del ciclismo. No más conquistas. Su reino era inaccesible. Terreno propio. Pero, como los godos, todo conquistador que se precie anhela cabalgar. Agrandar su imperio. Quiso expandirse a Italia, cruzar los Alpes para llegar hasta San Remo. Con retraso. Pero su revolución tuvo efecto. Conquistador de masas. Después, lo intentó alargar hasta España. A Castilla y León. A los Campos Góticos. Y, como los godos, poco tardó en ser expulsado.

 

Lo hizo por su propio freno. Cuando Raúl Santamaría se descolgaba del cuarteto que varaba en la cabeza de carrera,  acompañado en su aventura por Francisco Mancebo, José Antonio López Gil y Mikel Ilundain, Lance Armstrong sintió un escalofrío en el cuerpo. Calambres en el alma. Premonición. No reparó en ello. Fallo. El pelotón entraba en las estrechas carreteras de la comarca del Cerrato. Frenazo impulsivo en el grupo. Precipitado. Parón. Y una veintena de ciclistas en el suelo. Armstrong se afanó por no caer. Pero su equilibrio no goza de tanta potencia como cuando libró la espeluznante caída que eliminó a Joseba Beloki de por vida en el Tour del 2003, en el fatídico descenso de la Rochette./> Aquel/> día, el americano protagonizó una espectacular huída campo a través. Salvado. Milagro. Solo a los campeones les sonríe la suerte. Nunca se lesionan. Cuando viven su apogeo, claro. En la decadencia, todo son roturas.

 

Freno izquierdo

Libró el americano su particular batalla con el freno izquierdo de la Trek diseñada exclusivamente para su uso. Apoyó todo su musculoso cuerpo en la parte izquierda. No aguantó. Directo a las piedras. Mientas, en la cuneta volaban ruedas. Corrían los auxiliares. Todos menos los del Astana. Un rápido vistazo les permitió confirmar que ninguno de sus corredores estaba tirado en la cuneta. No los había. Porque el único maillot turquesa caído había ido a parar a las pedregosas campas de la Finca/> de los Alfoces. Llamativo azul con ribetes 'Livestrong'. Incapaz de aguantar el equilibrio. Sin destreza ya. Declive del rey godo. Alarmas a toda luz.

 

Corría un mecánico con ruedas a su ayuda. En vano. Armstrong no podía apenas moverse. Su brazo lo decía todo. Se tocaba la clavícula. Su gesto, desencajado ya tenía su diagnóstico. No precisaba de parte médico. Premonición. Ya no había calambres. Solo dolor. Clavícula destrozada. Derrota goda. Y retirada. Poco después, apostado en una cama del Hospital Clínico de Valladolid los médicos le confirmaban lo que ya sabía. Fractura de clavícula. Su intento de conquista castellana ha sido en vano. Su reinado, como el de la tribu germánica, breve. Pero apoteósica. A pesar de no llegar hasta la meta, ocupó todo el espacio de Joaquín Sobrino, el joven corredor del Burgos-Monumental que estrenó su palmarés en el sprint de Baltanás. Desapercibido en la tierra que expulsó al antiguo rey. Antiguo, al fin y al cabo. Cerró los telones de su show casi antes de haberse puesto en escena. ainara@ciclismoafondo.es

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CLASIFICACIÓN DE LA 1º ETAPA Y GENERAL

   1º 113  SOBRINO, Joaquin        ESP  BURGOS MONUMENTAL-CY  4:31:53     

   2º 146  VITORIA, David          SUI  ROCK RACING              mt.      

     16  ROJAS, Jose Joaquin     ESP  CAISSE D'EPARGNE         mt.      

     25  PEREZ, Ruben            ESP  EUSKALTEL-EUSKADI        mt.      

   5º 165  CARDOSO, Manuel         ESP  LIBERTY SEGUROS          mt.      

     43  DEKKER, Hans            NED  GARMIN-SLIPSTREAM        mt.      

     84  MOURON, Juan Fco.       ESP  XACOBEO-GALICIA          mt.      

     94  KOSTYUK, Denys          UKR  ISD                      mt.      

     37  SERRANO, Ricardo        ESP  FUJI-SERVETTO            mt.      

  10º  23  URTASUN, Pablo          ESP  EUSKALTEL-EUSKADI        mt.