Alejandro Valverde comienza con buen pie la Vuelta a España. Con otra lección de clase y maestría ha superado a Michal Kwiatkowski para llevarse la segunda etapa en el Caminito del Rey. El murciano del Movistar ya es segundo en la general, a 14 segundos del polaco de Sky. Valverde dice que “no me descarto ni mucho menos para la general pero vamos a ir día a día".
Avisa que “no me voy a matar por ser octavo pero, si estoy bien y entre los tres primeros, a lo mejor tengo que seguir luchando". Ha vuelto a dejar claro que “Nairo es el jefe de filas pero no me va a impedir buscar etapas. No es como en el Tour, que iba más supeditado y a la sombra de Mikel y de Nairo. Aquí si llega el momento que tengo que trabajar, lo voy a hacer porque significa que podemos optar al triunfo de la Vuelta. Pero sí que voy a tener oportunidad de luchar por etapas".
También añadió que “decir hoy que puedo ganar la Vuelta es muy lejano. Llevamos solo dos días de carrera. Es cierto que no estoy mal, pero Nairo tampoco". Y ante todo, subraya que “este triunfo me da mucha tranquilidad. Al equipo y a mi". Resaltó que “llevo 12 victorias este año y tengo el año más que hecho, pero sí es cierto que en el Tour no tuve las piernas que me hubiera gustado tener. Después de descansar y entrenar más tranquilo me ha salido la forma y el sufrimiento del Tour y ahora me encuentro muy bien".
Sobre su victoria de etapa destacó que “he arrancado a 50 metros para llegar bien al final. He medido bien la distancia. He visto que venía Kwiatkowski y le he dejado pasar para rematarle al final". Valverde “pensaba que esta subida iba a ser como la anterior vez, pero vinimos antes de ayer y vi que no era así. Me quedé pensando que quizá gente rápida como Sagan o Trentin podían ganar pero el calor ha pasado mucha factura".
Desveló que “conforme pasaba la etapa, mis sensaciones eran mejores y cuando el equipo se ha puesto a tirar era para controlar la carrera. Sobre todo para intentar evitar el peligro porque en la vuelta anterior ha habido caídas en el descenso. Hemos seguido ahí porque era donde más cómodo se estaba. He ido viendo mucha gente que se iba quedando y me he dado cuenta de que podía optar al triunfo".
Se siente Valverde muy feliz de volver a levantar los brazos en la Vuelta. No lo hacía desde el 2015, en Vejer de la Frontera. “Llevaba tiempo sin conseguir un triunfo. El Giro es muy bonito y el Tour también pero la Vuelta es más bonita. Yo soy español y me hace muy feliz ganar aquí".
No negó sentirse “sorprendido por la cantidad de gente que se ha quedado y los pocos que hemos llegado delante. El calor ha hecho mucho daño, porque la etapa no tenía dureza excesiva". Ahora ya mira de reojo la etapa del martes con final en Alfacar. “Llegarán unos 10 corredores a disputarse el triunfo, espero estar entre ellos". Pero dejó claro que “yo no tengo presión ninguna. Con tantos años que tengo, ¿qué presión voy a tener? Solo la que me meta yo".