¿Has confiado en tus posibilidades de triunfo desde el primer momento?
Hoy era muy complicado saber cuándo se iba a formar la fuga. Yo he atacado en 12 ocasiones hasta que lo he conseguido. El ritmo hacía tanto daño que pasabas de la primera a la última posición enseguida y necesitabas entre siete y diez kilómetros para recuperar posición en cabeza y volver a atacar otra vez. Habíamos gastado muchas fuerzas cuando ha salido la fuga. Pero ha sido generalizado. No hemos tenido tiempo de comer ni de beber. Ha sido una etapa muy intensa. Cuando se ha formado el grupo de 19 he echado un vistazo y he visto corredores de mucha calidad. Aunque confiaba en mi forma no estaba al 100% seguro de mis opciones de victoria pero he corrido inteligentemente y gracias a Declerq he conseguido este triunfo; sin él hubiera sido imposible.
¿Cómo se gestiona la condición para llegar hasta aquí bien de forma habiendo preparado el Tour y con la vista puesta en el Mundial?
La verdad que es complicado porque trabajé muchísimo para preparar el Tour, estuve en Sierra Nevada y llegué en un gran estado de forma para hacer el Tour. El parón fue complicado psicológicamente. Volver a pasar por ese proceso de mentalizarse, los esfuerzos que supone y el trabajo necesario para volver a estar en forma. He encontrado motivación en mis opciones de victoria para el Mundial. En todos los entrenos solo he pensado en el 29 de septiembre [fecha en que se disputa la carrera del Mundial en ruta], recuperé mi condición en Italia y en la Vuelta me estoy encontrando muy bien. Creo que llegaré bien al Mundial.
¿Esta etapa te ha recordado a una clásica o a un Mundial?
No se corre igual pero sí que es cierto que el final de la etapa de hoy se parecía. Los 15 últimos kilómetros parecían las Ardenas, me ha venido bien reencontrarme con eso, subidas muy empinadas, esfuerzos que llegan a los músculos, me gusta porque son esfuerzos cortos y en esos soy capaz de mantenerme con los mejores. Eso es muy bueno para la confianza.
¿Puede haber sido una ventaja no correr el Tour de cara a tus opciones de ganar el Mundial?
A nivel de frescura está claro, pienso en el Mundial y Lombardía. Las dos veces que gané Lombardía no había hecho el Tour, así que espero hacer un buen final de temporada.
Tienes 37 años, Valverde con uno más fue campeón del Mundo, ¿eso te motiva, es un ejemplo?
Valverde es un ejemplo para todos, tuvo una fractura de rodilla como yo, volvió y fue campeón del Mundo. Es una historia similar a la mía cuando conseguí ganar la París-Roubaix seis meses después. Tenemos puntos en común. A pesar de la edad, con pasión y rigor se puede conseguir todo.
¿Este triunfo también es el fruto del espíritu Wolfpack, del Deceuninck-Quick Step?
Hemos sido bastante innovadores, desde hace tres o cuatro años corriendo con esa mentalidad. Tengo la impresión que desde que llegué en 2017 el grupo ha cambiado mucho, tenemos una nueva forma de correr, con muchos líderes sin temer hacer sacrificios por los demás. Creo que otros nos han copiado porque nos funciona. Jumbo-Visma, Movistar con Quintana y Valverde... No designan a un solo líder, van con dos; es el futuro del ciclismo, alinear a corredores de nivel.