Alejandro Valverde ha llegado a Málaga con barba. El sol aprieta, y con humedad. Pero al murciano no le importa. Ya está acostumbrado. Esto es lo suyo. La calor. La barba dice que alguno de estos días, cuando le de, se la afeitará. Y entre risas habla, porque así llega Valverde, sin afeitar pero sobre todo "muy tranquilo. No me he dado grandes palizas después de Tour entrenando y me encuentro bien".
De entrada, Valverde se quita los galones. “El líder es Nairo Quintana y yo iré viendo día a día y decidiendo. El murciano correrá esta Vuelta con la vista puesta en el Mundial de Innsbruck, “así que si no hago nada en la Vuelta y luego gana el Mundial tampoco pasa nada", dice entre risas. Opina que “no debo machacarme al máximo porque la última semana de la carrera será la más dura y luego está el Mundial".
De cara a la Vuelta,Valverde no esconde que el Movistar debe “salir a intentar ganarla. Más que una reválida del Tour, lo que queremos es hacerlo bien. El Tour no salió mal pero tampoco bien porque de salida íbamos a ganarlo. Y ahora también salimos a ganar. Luego ya veremos porque hay otros equipos y muchísimos rivales". Valverde apunta que “no están Thomas, Froome ni Dumoulin pero la participación es muy buena".
Afirma que de todos los rivales, el que como él está pensando más en el Mundial “es Nibali, y yo también, por supuesto. Cuando Nibali dice que piensa en el Mundial hay que creerle porque viene de una lesión muy dura y no creo que pueda estar en una condición muy buena".
Valverde lamentó la ausencia Mikel Landa. “Es una pena que no esté. La responsabilidad es igual con Mikel que sin él. Me gustaría que estuviese. Yo me tomo la carrera con libertad".