Vincenzo Nibali vuelve a la carga. El siciliano ha apurado su recuperación sin apenas permitirse vacaciones, “tan solo tres días en Sicilia y porque murió mi abuelo". El resto del tiempo lo ha pasado en su casa de Lugano acelerando al máximo la recuperación tras su caída en la ascensión al Alpe d’Huez durante el Tour de Francia. Nibali quería correr la Vuelta y ha mantenido sus planes, previo paso por el quirófano.
Por eso avisa de que “vengo corto de preparación. He entrenado 20 días y solo una semana a buen nivel. Hasta la semana pasada he tenido dolores". Es la primera carrera del corredor del Bahrain-Merida tras el Tour “y no sé cómo me voy a encontrar. Tendré que verlo con el paso de los días".
Por eso, Nibali se descarta para la lucha por la clasificación general. “El capitán del equipo es Ion Izagirre. Yo trataré de hacer una buena carrera". Opina que “el recorrido es bonito. Se adapta bien a los escaladores, es duro pero no sé cómo voy a responder cuando lleguen las etapas duras".
Y acerca de los rivales, Nibali comenta que “no he seguido a los rivales pero creo que serán los mismos de siempre: Nairo Quintana y creo que puede estar bien Pinot".