Alberto Contador (Trek Segafredo) ha explicado, tras finalizar la décima etapa de la Vuelta a España con los mejores de la clasificación general, que el final de mañana en Calar Alto será exigente tras haber soportado hoy la compañía de la lluvia durante muchos kilómetros. "Los puertos de Velefique y Calar Alto son muy muy duros y con la lluvia de hoy las patas se quedan duras e hinchadas", ha manifestado al finalizar la etapa en Alhama de Murcia.
Tras el esfuerzo, el de Pinto ha expresado su deseo de llegar pronto al hotel, en esta ocasión con un desplazamiento corto, para "ir ahora al masaje y a descansar". Contador no se ha mostrado sorprendido por el ataque que ha protagonizado Vincenzo Nibali (Bahrain-Merida) en el descenso de Collado Bermejo y lo ha calificado de "previsible". "En el ascenso ha puesto a su equipo a trabajar a tope y ha arrancado, pero he seguido bien a su rueda. He estado atento y he tomado la iniciativa de seguirlo para luego no tener que arriesgar, aunque el pelotón no se ha roto", ha incidido.
Al igual que todos los ciclistas presentes en la Vuelta, el pinteño sabía que el descenso de Collado Bermejo además de muy técnico es "complicado y además había zonas en las que la carretera estaba seca, en otras mojada y eso es lo más peligroso”. También ha recordado que las dos primeras horas se ha rodado a un promedio por encima de los 50 kilómetros por hora y además "bajo un diluvio tremendo, parecía mentira que estuviéramos en Murcia”, ha comentado con gracia a modo de conclusión.