El director general de la Vuelta Ciclista a España, Javier Guillén, ha asegurado este martes durante su participación en los desayunos organizados por la Asociación de la Prensa Deportiva de Valladolid, que la prueba ahora "es un objetivo, no una excusa, porque los que vienen, lo hacen para disputarla".
En su opinión, la Vuelta es "una marca potente" que ha adquirido "identidad propia" con el "maillot de La Roja" y, aunque considera que "España necesita ídolos", la globalización permite que se siga a otros corredores, ya que "hay una generación brutal" y el público conoce a los ciclistas.
Ha recordado que el último gran referente del ciclismo español ha sido Alberto Contador, pero ha incidido en que tras unos años de dominio en este deporte, "cuesta mantener el nivel y no se puede estar todos los años en lo más alto", aunque hay corredores como Juan Ayuso o Carlos Rodríguez, que "van a estar ahí".
Desde que llegó a la dirección de la prueba ciclista entendió que se necesitaba "un plus de transformación" por lo que se empezó por "romper los corsés que había en los recorridos", apostando por "potenciar la épica", ya que el público demanda "esfuerzo y agonía".
De ahí que se busque en cada edición un recorrido formado, en una gran mayoría, por pruebas de montaña, que ha permitido "descubrir muchos puertos" que se convierten en finales de etapa "espectaculares" y que responden a lo que espera la gente de una prueba ciclista. "Se busca siempre la innovación en el circuito diseñado para cada Vuelta, con esos finales explosivos. Y se ha sabido jugar con la estética de los territorios, partiendo de lugares impactantes como puede ser un portaviones o una playa", ha sostenido.
Además, a su juicio, el deporte tiene que ir a la gente, de ahí que busquen potenciar las salidas y llegadas, en un país que "posee infinidad de recursos" y que anhela contar con una etapa. De hecho, "se podrían hacer dos o tres vueltas cada año" con tanta demanda.
También tratan de llegar a todas las comunidades y, por eso, este año, la prueba española volverá a recorrer Andalucía, Extremadura y Galicia, que en la anterior edición quedaron fuera. Aunque Guillén es consciente de que no se puede llegar a todas partes, puesto que la Vuelta "mueve una gran infraestructura", que requiere aspectos como capacidad hotelera para acoger a las miles de personas que forman parte de la logística de la prueba ciclista.
Por ello, Valladolid tiene muchas opciones de repetir como lugar de celebración de una etapa, ya que cumple con todos los requisitos exigidos, tanto técnicos, como organizativos, como de público y ha apuntado que en 2025 ó 2026 la Vuelta podría volver a la ciudad.
Gracias a la mayor repercusión de la competición ciclista, tras haber sido adquirida por ASO, la empresa propietaria del Tour de Francia, con una gran experiencia en la realización de este tipo de pruebas deportivas, se ha logrado recuperar prestigio, y poder contar con los corredores más importantes del panorama internacional.
Guillén ha informado que Unipublic -responsable de la organización de la Vuelta- y ASO comparten filosofías y ese tándem les ha aportado "independencia" y poder contar con una plataforma de comunicación muy extensa, que permite llegar a 190 países.
Eso supone una gran repercusión mediática y promocional para las localidades que acogen la Vuelta respecto a una inversión que oscila entre el millón de euros de la salida oficial de la prueba, ya que contiene "un programa potente", los 50.000 de una salida, o los 160.000 de una contrarreloj.
Y ha aclarado que siguen teniendo "total autonomía" a la hora de planificar y elegir el recorrido de la Vuelta, que ASO apoya y al que aporta un gran valor, puesto que es la empresa más importante de Europa en la organización de eventos al aire libre.
Acumula ya quince años como director general de la Vuelta, en los que ha vivido momentos buenos y menos buenos, pero ha destacado de manera especial la Vuelta de 2020, en plena pandemia, ya que cree que tuvo "mucho mérito" mover a 2.800 personas sin que hubiera ningún contagio entre los corredores.
"Fue inolvidable, y espero que también, irrepetible", ha añadido Guillén, quien ha asegurado que no tiene ninguna información respecto a la Superliga de Ciclismo, que ha sido siempre una aspiración de los equipos pero que, como cualquier proyecto, lo que deberá hacer es "proteger el interés general".
Por último, preguntado por la expansión de la Vuelta a China con un evento cicloturistas, comentó que permite exportar la marca y convertirla en franquicia, y a su juicio "abre infinitas posibilidades de negocio, no solo en China, sino en otros países que ya han mostrado su interés por formar parte de esta iniciativa".