La contrarreloj de Borja fue la clave de la victoria de Contador

Resumen del camino que siguió Alberto Contador hasta proclamarse vencedor de la Vuelta por tercera vez.

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La contrarreloj de Borja fue la clave de la victoria de Contador
La contrarreloj de Borja fue la clave de la victoria de Contador

Solo su empeño y su extraordinaria capacidad de sacrificio pudieron hacer realidad un objetivo que para todo aquel que no fuera Alberto parecía una locura: ganar la Vuelta a España tras haber sufrido una fractura en la meseta tibial tan solo 40 días antes. Para los médicos que supervisaron su recuperación el mero hecho de que estuviera en la línea de salida ya era casi un milagro que impregno de prudencia su discurso inicial: “quiero intentar ganar una etapa en la tercera semana”.

Le vimos delante junto a su equipo en las primeras etapas y a base de sufrimiento consiguió mantenerse con los mejores incluso en la etapa de la Zubia, primer final en alto de esta edición 2014. “En la primera parte me dediqué a sobrevivir y luego pasé a la ofensiva. El primer día que tuve buenas sensaciones fue en Valdelinares, en la novena etapa, un punto de inflexión en mi participación. Hasta ese momento me costó muchísimo. A partir de ahí, unido a la contrarreloj de Borja, cambió mi forma de afrontar la carrera". Podía ganar la Vuelta. “En las vueltas de tres semanas se puede coger la forma progresivamente y así ha sido".

En una Vuelta repleta de finales en alto a cual más espectacular -San Miguel de Aralar, la Camperona, Lagos de Covadonga, La Farropana y Ancares-, la contrarreloj de Borja fue la jornada clave que cambió el destino de la carrera. Nairo Quintana se encontró con un quitamiedos en una anónima curva a derecha que acabó con sus ilusiones de luchar por el maillot rojo mientras que Chris Froome, agarrotado sorteando los giros de ese mismo descenso, perdió casi un minuto con respecto a Contador. Alberto era, para su sorpresa, líder de la Vuelta con 27 segundos de ventaja con Valverde y 1:18 con Froome.

A partir de entonces y con el ritmo de competición ya adquirido en sus piernas, pudo gestionar una renta que no cambió la actitud siempre ofensiva del madrileño sobre la bicicleta. En la Farrapona y Ancares nos regaló dos ataques marca de la casa con los que dejó clavado a su máximo rival, Chris Froome, que no pudo más que ver como el líder cruzaba la línea de meta desenfundado una vez más su pistola al cielo.

Monte Castrove fue el momento más complicado que tuvo que superar Contador pues los 20 segundos que le restó Froome instalaron un clima de dudas sobre lo que podría suceder en Ancares debido a la progresión que experimentó el inglés en su estado de forma. Chris Froome intentó hasta la última rampa de Ancares hacer desaparecer el minuto y diecinueve segundos con el que contaba el pinteño recurriendo a su intachable entrega que le llevó a cambiar el ritmo una y otra vez. No pudo soltar a Alberto y se tuvo que conformar con el segundo escalón del podio que le trajo como premio el unánime reconocimiento del público que agradeció su esfuerzo en la ronda española.

Santiago de Compostela certificó con una intrascendente contrarreloj de 9,7 kilómetros el triunfo de Alberto Contador por tercera vez en la Vuelta a España y su sexta gran vuelta. Solo Fausto Coppi, Miguel Induraín, Bernard Hinault, Jacques Anquentil y Eddy Merckx han ganado más que él. ¡Grande Alberto!