En una Vuelta tan abierta como la que está a punto de arrancar, Miguel Ángel López es una de las grandes atracciones. El año pasado ganó dos etapas y termino octavo. Su progresión fulgurante la confirmó el pasado mes de mayo, siendo tercero en el Giro de Italia. Ahora se presenta ante la Vuelta con las aspiraciones por todo lo alto. “Va a ser la primera vez que hago dos grandes vueltas en un año y no sé cómo van a responder las piernas, así que iremos viendo día a día".
Supermán llega a Málaga después de haber “hecho un gran trabajo", que refrendó en la Vuelta a Burgos donde solo su compatriota Sosa pudo con él. Tendrá a su disposición un potente Astana con Pello Bilbao y Omar Fraile a la cabeza, “un equipo sólido y fuerte", califica. “Todos están en muy buena condición".
Según las casas de apuestas, Miguel Ángel López es el quinto favorito. “Pero eso me lo han puesto porque he ganado un par de etapas el año anterior y por lo que he hecho en el Giro pero iré con calma. Quiero pasar la primera semana sin problemas y esperar a que las etapas de montaña pongan a cada uno en su sitio".
Es la tercera vez que se cuelga un dorsal en la Vuelta –la primera abandonó- por lo que puede decir que “ya conozco esta carrera y sé cómo defenderme. El recorrido es casi como el año pasado, con muchos finales en alto. Se me ajusta muy bien. Hay finales míticos y duros".
En cuanto a los rivales, señala que “está Nairo, el Orica con dos corredores muy fuertes. Esta Porte también. Una vez se tome la salida, todos son favoritos. Será como todos los años. Y el Sky trae a un equipo súper fuerte aunque no esté Froome. Hay diez o doce corredores que están para pelear la carrera".
El corredor del Astana, ante todo, dice sentirse “motivado, que es lo importante". Opina que "estoy en el mejor año de mi carrera, junto al 2016 que gané la Vuelta a Suiza". Después de unos primeros años marcados por las lesiones, Miguel Ángel López afirma que “era normal, llegué al equipo con 20 años y el cambio de sub23 a esto era grande. Adaptarse no es fácil. Sobre todo al kilometraje y a la dureza de las etapas. El cuerpo no está tan maduro pero con el paso del tiempos, como una vez me dijo Chaves, el cuerpo se va adaptando y madurando. Año a año va a mejor".
Apunta que “he evolucionado en todo un poco. Todos los días se aprenden cosas nuevas. A uno se le acaba la vida y no termina de saberlo todo. Hay que madurar y aprender con el equipo, ser más regular. Antes hacía una carrera y automáticamente tenía que parar una semana o dos para rehabilitar la rodilla y ahora no tengo esos problemas".