Es duro ser padre durante la Vuelta. A eso de las nueve de la mañana a Imanol Erviti le llama su suegra. Ya está. Aimar ya ha nacido. Maialen, lleva toda la noche en el hospital e Imanol aquí, intentando pegar ojo en un hotel sin nombre de las afueras de Zaragoza, lejos de donde tiene que estar, al lado de la cama donde empuja Maialen para traer a su primogénito a la vida. Se entera por teléfono, de la manera más fría posible. Aimar tenía que haber nacido una semana después de la Vuelta, cuando Imanol ya estuviera en casa, abrazando y cuidando de Maialen. Pero se ha adelantado. Como decida ser ciclista será sprinter seguro. Podía haber sido aún peor, llegar durante la primera semana de la Vuelta, cuando Imanol sudaba bajo el sol andaluz.
Podría haberlo sido porque el navarro, fiel y entregado gregario como ninguno, tenía claro que no iba a dejar al equipo sin sus piernas fortachonas y su trabajo sin igual a favor de Nairo Quintana y de Alejandro Valverde. Eso ya lo tenía hablado con Maialen. “No podría hacerlo porque sería una falta de respeto a los compañeros que se han quedado fuera del equipo. Y si yo me voy sabiéndolo de antemano, estaría dejando un hueco libre que ellos podrían haber ocupado. No sería justo". Pero aunque uno lo sepa, es duro. Tiene que serlo.
Por suerte, Aimar llegó pronto pero supo elegir el día idóneo. La etapa que más cerca estaba de Pamplona, del hospital y de su Maialen y el día que el viento a favor sopló para hacer volar a los ciclistas. Para que Imanol llegara cuanto antes a Tarazona y pusiera rumbo directo a Pamplona, a mitad de camino entre la meta y el frío hotel de Vitoria donde va a dormir el Movistar. Y mañana volverá a ponerse las zapatillas con las calas. Volverá Imanol a subirse la cremallera del maillot y a posarse sobre el sillín para pedalear camino de la Fuente del Chivo. Dejando atrás a Maialen y a Aimar pero siguiendo adelante por ellos. “¡Ahora si que me cambia la vida!". Es duro ser padre en la Vuelta.
A Imanol fue al que menos le importó la velocidad de vértigo, la salida loca de Calatayud y el viento a favor que empujó al pelotón hasta Tarazona. 41’80 km/h de media. Mejor. Él quería llegar cuanto antes. Arrancar el coche y salvar las casi dos horas de Tarazona a Pamplona y ver por primera vez a su pequeño Aimar. Le ayudó al navarro la fuga de 24 corredores que obligó a Fabio Aru a poner a su Astana al frente del pelotón para permitirles la victoria pero controlarles el tiempo de ventaja. Maniatados. Sergio Henao, Nicolas Roche, Rojas, Elissonde, Romain Sicard, Nocentini…el equipo con mayor representación en la fuga era el Lampre. Oliveira, Conti y Rubén Plaza. Dos contrarrelojistas y un joven con todo el futuro por delante. Casi tanto como Aimar Erviti.
Por el alto del Moncayo ya había pasado la Vuelta. El peor recuerdo lo lleva grabado Nairo Quintana. En la crono que acababa en Borja, al comenzar el descenso quiso recolocar el cubrebotas. Bajó la cabeza. Ese despiste lo empotró contra el quitamiedos. ¡Pam! Era el líder de la Vuelta. Al día siguiente en la etapa que salía de Pamplona se volvió a caer. A casa. En esta Vuelta Nairo no se ha ido al suelo pero a ese nivel vagan sus fuerzas. Escasas. El Moncayo se le volvió a atragantar. De los primeros en perder contacto con los favoritos. El trabajo de sus compañeros lo devolvió al pelotón en el descenso. De Erviti entre ellos. Por eso se ha quedado en la Vuelta.
El viento a favor en la cumbre aragonesa era el mejor aliado para cualquier valiente. Ese fue Nelson Oliveira. En la bajada del Moncayo probó sus aptitudes de contrarrelojista. Las que le llevaron a ser segundo en el Mundial sub23 de la modalidad en el Mundial de Mendrisio y cuarto un año después en Australia, cuando era ya profesional con el Xacobeo-Galicia. A pesar de sus aptitudes, nunca ha conseguido un triunfo. En Tarazona firmó su mejor contrarreloj. “Es uno de los días más felices de mi vida”, reconocía. “Han sido los treinta kilómetros más largos de mi vida porque sabía que había grandes ciclistas detrás y que me cogieran dependía de si se organizaban o no”. No lo hicieron.
De haber sido así, quién sabe, la etapa hubiera sido aún más rápida y Erviti hubiera podido llegar antes a meta para subir al coche y volar hasta Pamplona. No importa ya. Seguro que ahora estará abrazando a Aimar.
Perfil de la etapa de mañana:
Etapa 14 / Vitoria - Fuente del Chivo (Alto Campoo, 1º categoría), 215 km
Vuelta a España 2015 - Etapa 13
- Nelson Oliveira (Lampre/POR) 4.14.01
- Julien Simon (Cofidis/FRA) 1.00
- Nicolas Roche (Sky/IRL) m.t
- Sylvain Chavanel (IAM/FRA) m.t
- José Joaquín Rojas (Movistar/Movistar) m.t
- Rinaldo Nocentini (Ag2r/ITA) m.t
- Kevin Reza (FDJ/FRA) m.t
- Mikael Cherel (Ag2r/FRA) m.t
- Cameron Meyer (Orica/AUS) m.t
- Maxime Monfort (Lotto/BEL) m.t
Vuelta a España 2015 - Clasificación General
- Fabio Aru (Astana/ITA) 51.33.19
- Purito Rodríguez (Katusha/ESP) 0.27
- Tom Domoulin (Giant/HOL) 0.30
- Rafal Majka (Tinkoff/POL)Nicolas Roche (Sky/IRL) 1.28
- Esteban Chaves (Orica/COL) 1.29
- Alejandro Valverde (Movistar/ESP) 1.52
- Daniel Moreno (Katusha/ESP) 1.54
- Mikel Nieve (Sky/ESP) 1.58
- Gianluca Brambilla (Etixx/ITA) 2.51
- Romain Sicard (Europcar/FRA) m.t