Vincenzo Nibali no ocultó que, a pesar del poderío que mostró en la meta de Andorra donde se impuso a todos los favoritos, en el último puerto lo pasó mal y estuvo a punto de perder la estela de la cabeza de carrera. “He sufrido, la última subida la he empezado un poco atrás y he tenido que hacer un gran esfuerzo para volver delante con el ritmo tan fuerte que estaba poniendo el ‘treno’ del Sky”. Contó que “he pasado con cinco o seis segundos de retraso pero en el descenso he recuperado las piernas y me he metido delante. Había nombres grandes como Chaves, Aru, Bardet…El final ha sido muy difícil. No sé cómo he conseguido recuperarme”.
Los casi 30 grados que había en Andorra también hicieron mella. “Ha habido corredores que han sufrido más por el calor que ha hecho”, aseguraba. “Sólo estamos en el tercer día. Froome es un gran adversario. Sera una Vuelta muy difícil", avisa. Una Vuelta que se puede perder cualquier día. “Nos dicen que mañana también es un día peligroso. Muchas veces los corredores decimos que el último día de montaña en una grande no suele traer diferencias pero en esta Vuelta hay tantos finales en alto que basta que un día estés mal y pierdes todo. El final era muy difícil, había corredores muy buenos”, repetía.
Nibali entró en meta con la mano encima de la cabeza emulando el gesto del Tiburón, como es conocido en el mundo del ciclismo. “Era algo diferente, he pensado en hacer algo mío, que me representa un poco. Nunca lo había hecho, pero nunca es tarde para hacerlo”. Y se acordó también de dedicar la victoria a su equipo. “Hemos tenido un año de mucha mala suerte. La última, ayer con Javi Moreno, que tuvo una doble fractura de mandíbula. Ha sido una temporada muy mala para él y para otros, como Navardauskas, Haussler y Ion Izagirre”.
También se acordó de Purito, embajador del equipo y uno de los grandes artífices del triunfo de etapa. “Esta mañana nos ha explicado cómo era la subida, me ha recordado que la conocía, que ya la habíamos hecho algún año y que cuando estuviésemos en carrera lo iba a recordar. Purito es importante todos los días. Ayer nos dijo que en el final había mucho viento”. Esta victoria de Nibali, le preguntaron en sala de prensa, se asemeja a la que Nibali consiguió en Sheffield en el Tour del 2014 que acabó ganando y dominando, con cuatro triunfos de etapa. “Más o menos puede recordar a esa victoria. Mi objetivo era estar atento a las primeras posiciones. Cuando he llegado a 500 metros, ha habido un parón y he entrado, ha sido un momento bueno”. Nibali apuntó además que “he hecho una preparación buena para esta carrera, en este momento estoy bien y lo demuestra el hecho de que aunque he pagado algo en la subida, en el final he recuperado y he podido conseguir la victoria”.