Es complicado encontrar innovaciones en un componente tan sencillo como los sillines más allá de diferentes formas y tamaños para lograr que sea apto a un mayor tipo de fisionomías o de conseguir aquel que aúne mejor que ninguno el mayor confort con un peso contenido.
Sin embargo los chicos de Prologo nos han sorprendido con la versión CPC de uno de sus modelos más afamados. Esta tecnología, originaria de la Formula 1 donde se aplica en los guantes de los pilotos para lograr una óptima adherencia y aislamiento de las vibraciones. Con similar finalidad Prologo lo aplica en sus guantes de ciclismo y, como hemos podido probar, en sus sillines. El CPC consiste en un polímero formado por minúsculas estructuras con forma de cráter de volcán. Todo el conjunto es capaz de aguantar el peso del ciclista con una ligera deformación por lo que actúa como una especie de microsuspensión que filtra las vibraciones a la par que permite una pequeña capa de aire entre el culote y el sillín. Pero su principal virtud no reside ahí sino en la adherencia extra al actuar los pequeños volcanes como minúsculas ventosas.
El resto del sillín es muy similar al Nago Evo que ya conocíamos con una longitud en la media más habitual y una anchura adecuada para ciclistas que busquen un sillín deportivo. Su estructura es semi redondeada, según Prologo, la más adecuada a todo uso. Se completa con railes de carbono Nack reforzados con filamentos de aluminio y kevlar para lograr más resistencia.
En marcha nos ha gustado por cuanto es un sillín con la parte superior plana, la más idónea para un uso deportivo por cuanto permite al ciclista posicionarse en distintas partes del mismo, ya que aunque para rodar a ritmo no sea necesario, cuando nos exprimimos a tope si que el cuerpo automáticamente tiende a ajustar su posición. Si vamos apretando fuerte en subida la parte trasera para lograr mayor brazo de palanca sobre las bielas o si vamos rodando a tope en el llano hacia la parte delantera para favorecer una mayor cadencia. Ahí sale a relucir el aporte del CPC ya nos mantiene fijos en la posición elegida, algo necesario en los sillines de parte superior plana que exigen de un buen posicionamiento sobre la bici para mantener al ciclista estable, a la vez que nos permite desplazarnos a lo largo del mismo sin problemas para variar la posición. También la forma ayuda a lograr un pedaleo fluido gracias al amplio apoyo disponible para los isquiones en la parte trasera lo que de paso, elimina presión de la zona perineal, evitando adormecimientos.
Por otro lado la carcasa se muestra suficientemente rígida para aguantar el uso sin deformarse dejando el trabajo de absorción principalmente en manos de las zonas CPC, principalmente la central, de generosas dimensiones. Tras la prueba, con salidas de hasta 5 horas, no tenemos queja alguna sobre su comodidad, aunque como siempre decimos, recomendar un sillín es muy aventurado al entrar en juego la fisionomía de cada ciclista y la posición sobre la bici. El único aspecto criticable, lo encontramos en su peso, 35 g superior al de Nago Evo Nack convencional y sobrepasando la barrera de los 200 g, lo que quizás pueda echar para atrás a los fanáticos de la ligereza. Sin embargo en nuestra opinión, es más importante la comodidad lograda que esos pocos gramos que normalmente no van a ninguna parte. Muestra de ello es que este sillín ha sido el elegido por el equipo Lampre-Merida, del cual es patrocinador Prologo, para montar en sus bicicletas Reacto CF Team.
Prologo Nago Evo CPC
Precio: 170-230€
Peso: 204 g.
Dimensiones: longitud 280 mm, anchura 134 mm.
Distribuidor: BH Sport, 945135202. Comet, 943331393.
Web: www.prologotouch.com