Engánchate: todo lo que necesitas saber sobre los pedales automáticos

1. Dos son los principales fabricantes de pedales automáticos para bicicletas de carretera. La marca más popular -y veterana, ya que fueron sus inventores- es Look con su actual sistema de cala/pedal Kéo. 2. Los automáticos SPD-SL de Shimano se basan en el diseño original de Look, pero tienen un estándar propio. La cala no es compatible con Look, pero también se ancla con tres tornillos a la suela de la zapatilla. 3. Junto a Look y Shimano, también conviven otros sistemas. Speedplay -marca adquirida por Wahoo- es una de las más destacadas, apreciada por su ligereza y los ajustes de rotación lateral de la cala. 4. Otro sistema que no puede faltar es Time -sus patentes han sido recientemente adquiridas por SRAM-. Se caracterizan por la sustitución del muelle por una placa de carbono, regulable en tres puntos de dureza. 5. También es bastante habitual que otros fabricantes comercialicen pedales automáticos con el estándar de Look o Shimano. Algunos incluyen su sistema para medir la potencia, como los Garmin Vector 3 de la foto. 6. Instalaremos los pedales, dependiendo de la marca y modelo, con una llave allen de 6 u 8 mm o una plana de 15 mm. El pedal derecho rosca en el sentido de las agujas del reloj y el izquierdo rosca al contrario. 7. Para fijar la zapatilla al pedal, primero situaremos la parte delantera redondeada de la cala en el enganche frontal del pedal. La zona trasera de la cala queda apoyada en la pieza de sujeción posterior del pedal. 8. Después debemos presionar con fuerza sobre la sujeción trasera hasta que oigamos un "clac". Ya estamos enganchados. Para liberarnos rotaremos el talón hacia el exterior -la cala pivotará sobre la parte delantera-. 9. Para regular la dureza del muelle hay que aflojar o apretar un tornillo situado junto a la sujeción trasera. En los pedales que utilizan una placa de carbono debemos sustituirla por otra más o menos rígida. Tipos de calas 1. Los pedales Look Kéo disponen de tres modelos de calas con diferentes grados de rotación lateral del pie antes de liberarse del pedal. Las más utilizadas son las intermedias grises con 4,5º de libertad angular. 2. Para evitar resbalar al apoyar el pie o caminar con las zapatillas, Look comercializa la versión Grip de sus calas Kéo. Se distinguen por el recubrimiento de goma antideslizante de la parte delantera y trasera. 3. Shimano también utiliza tres tipos de calas SPD-SL según su grado de rotación lateral: rojas (0º o fijas), azules (2º) y amarillas (6º). Todas incluyen inserciones de goma para mejorar la estabilidad al caminar. 4. Al igual que con los pedales, algunas marcas venden calas compatibles con Look o Shimano. Su funcionamiento puede diferir del logrado por las originales de cada sistema, pero son una buena opción para usuarios que no sean muy exigentes. 5. Las falsificaciones, por desgracia, también incluyen a las calas. Las podemos distinguir por algunos detalles -como el que os señalamos en la imagen-, pero otras son casi idénticas. ¡No debemos usarlas jamás! 6. Si solemos caminar bastante cuando utilizamos la bici, para proteger las calas del suelo y evitar su desgaste podemos cubrirlas con unas fundas de goma a medida. Cada marca dispone de sus protectores específicos. Un poco de historia 1. Los primeros pedales automáticos fueron creados por Cino Cinelli en 1970. Para liberar el pie había que accionar una palanca, por lo que no podemos considerar a los Cinelli M71 totalmente automáticos. Su producción cesó en 1983 después de tres evoluciones del modelo original. 2. Inspirados en las fijaciones utilizadas en sus esquís, Look lanzó los PP65 en 1984, pero se dieron a conocer a nivel mundial gracias al triunfo de Bernard Hinault en el Tour del 85. La cala -llamada Delta- adoptó el estándar de tres roscas en la suela que perdura hasta la actualidad. En 2004 el sistema ARC dejó paso al actual Kéo, que rebaja la distancia entre el pedal y la zapatilla. 3. Time presentó en 1986 unos pedales automáticos con unas calas completamente diferentes a las Look. Carecían de regulación de la dureza del muelle y la flotación del pie era elevada. Tuvieron bastante éxito, sobre todo en competición. 4. Otras marcas también probaron suerte, pero no tuvieron la aceptación de Look o Time y finalmente fueron descatalogadas. Es el caso de Campagnolo con sus SGR -de 1988-, que poseían múltiples regulaciones pero resultaban muy pesados. Tampoco triunfaron los Adidas Systeme 3, que necesitaban una zapatilla específica que para desanclarse del pedal debía accionarse una palanca. 5. Shimano comenzó a comercializar sus automáticos bajo licencia Look, pero tras el éxito arrollador de sus SPD para mountain bike, decidió adaptarlos a la carretera -con escasa difusión- manteniendo los dos tornillos de anclaje de la cala -muy pequeña y de acero-. Su rediseño aumentó el tamaño de la cala y la disposición de los tornillos, pero los SPD-R tampoco tuvieron la acogida esperada. Actualmente utilizan su estándar SPD-SL logrando, por fin, un elevado porcentaje de usuarios. Cómo instalar y sustituir las calas 1. Si vamos a poner por primera vez las calas en unas zapatillas, es muy recomendable pedir ayuda a un experto en biomecánica. Él nos podrá indicar la posición correcta que nos permita el pedaleo más eficaz y sin lesiones 2. Pero si deseamos ponerlas nosotros, primero debemos buscar el hueso metatarsiano 1º (del dedo gordo) y 5º (del pequeño) de los pies -señalados en la imagen-. Entre ellos estará el punto de apoyo del pie en el pedal. 3. Para marcarlos recomendamos usar una goma elástica que una ambos puntos, pero debemos localizarlos en el exterior de la zapatilla. También se puede utilizar un rotulador sobre cinta de carrocero u otros sistemas. 4. Las calas incluyen una marca en cada lateral que indica cuál es el punto en el que se sitúa el eje del pedal. Este más adelante nos servirá como referencia para colocar la cala en el punto más adecuado en la suela. 5. Ponemos otra goma en el eje longitudinal de la suela, y en el punto de cruce con la goma de los metatarsos añadiremos otra perpendicular al eje longitudinal. Ahí es donde debemos alinear las marcas de la cala del paso anterior. Ya sólo nos queda poner las arandelas y tornillos de sujeción de las calas. 6. Es muy importante revisar el desgaste de las calas o podemos sufrir un accidente si se desenganchan involuntariamente. Para ello disponen de unos puntos de referencia que varían dependiendo del fabricante. 7. Si toca sustituirlas, primero debemos marcar con un rotulador el contorno de la cala -recomendamos un color claro como el de la imagen-. Quitamos la cala gastada y ponemos la nueva con ayuda de las marcas. 8. Si queremos pasar las calas de unas zapatillas a otras conservando su posición, podemos emplear un útil como el Ergon de la imagen superior. Con él conoceremos los ajustes laterales, de avance o retroceso y de rotación. 9. O, para salir del paso, podemos situar las calas superpuestas exactamente en el mismo lugar en las zapatillas del lado contrario y dejar la puntera y el talón en la misma posición, como si estuvieran mirándose en un espejo.

Engánchate: todo lo que necesitas saber sobre los pedales automáticos

Pocas innovaciones en el ciclismo han tenido tanta aceptación como los pedales automáticos. Respecto a sus predecesores -los pedales con rastrales y correas- han elevado exponencialmente la seguridad ante una caída gracias a su rapidez y facilidad de liberación.

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