Universo Gravel

Los fieles aficionados a este deporte habrán oído hablar en los últimos años de las gravel bikes, un nuevo concepto de bicicleta y ciclismo basado en acumular kilómetros y diversión en el que no cobra tanta Importancia el rendimiento como la aventura vivida.

Carlos Faba

Universo Gravel
Universo Gravel

Qué ciclista no ha sentido en alguna ocasión la tentación de adentrarse en esa pista sin asfaltar que nace de una de nuestras habituales carreteras de entrenamiento y explorar nuevos recorridos sin un rumbo definido. Sin límites y sin que nuestra montura determine por donde podemos rodar. Un sentimiento al que se dio rienda suelta en Estados Unidos, cuna del Gravel, y que se ha convertido en toda una especialidad ciclista en sí misma, con bicicletas ideadas exclusivamente para este fín, y que poco a poco comienza a ganar adeptos en Europa y en nuestro país.

Cierto es que este anhelo de combinar carretera y rutas sin asfaltar no es nada nuevo, y que en parte las bicicletas de ciclocross nacieron para cubrir esa necesidad, pero el espíritu competitivo que guardan estas, como demuestra el detalle de que la mayoría de ellas hasta hace poco no estaban si quiera preparadas para llevar portabidones, no se adapta bien al ánimo recreacional y aventurero, de largas kilometradas y excursiones, que de­fiende el Gravel. Por ello, las monturas destinadas a este nuevo concepto combinan la geometría de los cuadros gran fondo, largas entre ejes, un puesto de mandos más elevado y ángulos más relajados en la dirección; con una gran robustez en su construcción, cercanas a las de una mountain bike; y el montaje de frenos de disco, que se han convertido en un elemento imprescindible, ya que permite que las horquillas y las vainas tengan un paso de rueda mayor para acoger cubiertas más anchas que aporten un plus de comodidad al ciclista, al tiempo que permiten rodar con mayor facilidad en terrenos en mal estado.

La posibilidad de acoplar alforjas o portabultos suele ser otra seña de identidad de las Gravel Bikes, así como los manillares que se abren hacia fuera en la parte inferior, en la curvatura, para mejorar el control de la dirección, aunque esta opción sólo es necesaria si nos adentramos en zonas muy técnicas. Los grupos monoplato, por su mayor sencillez mecánica y menor exigencia a nivel de mantenimiento, se postulan como una alternativa ideal para bicicletas destinadas a este uso, pues salvo rara excepción, no suele requerir un abanico de desarrollos muy amplio. Innovación y avances para una nueva tendencia que propone revisar nuestra concepción del ciclismo.

UN SINFÍN DE ALTERNATIVAS

Buceando en el mercado, podemos ratificar cómo todas las grandes marcas han ido incluyendo modelos Gravel en su catálogo, siendo Orbea, con la Terra, y BH, con la Gravel X, las dos últimas en hacerlo. Y dentro de esta amplia variedad, destaca la Cannondale Slate, posiblemente la bicicleta de Gravel más radical, exclusiva y tecnológicamente desarrollada que existe en la actualidad.

Por ella, el fabricante estadounidense recibió en 2015 un Eurobike Award, los premios que reconocen a los productos más innovadores de la feria alemana. La Slate combina una construcción con aluminio 6069 con sus peculiares ruedas de 650 mm y la inclusión de la famosa suspensión Lefty monobrazo de Cannondale, que la dota de un carácter y una estética única. Además, en su versión más llamativa, completa su montaje con el grupo monoplato CX1 de SRAM, un casete 10-42 de 11 velocidades y frenos de disco hidráulicos.

GT GRADE

En Ciclismo a Fondo también hemos tenido la oportunidad de experimentar la sensación de libertad, de poder rodar sin límites, que aportan las Gravel Bikes gracias al test que realizamos de la GT Grade, uno de los modelos referencia dentro de esta nueva disciplina. A través de este enlace, podéis conocer más a fondo las impresiones que extrajimos de nuestro primer contacto con este concepto tan divertido, en especial cuando vas improvisando la ruta: empiezas rodando sobre carretera, entras a un camino, sales a otro tramo asfaltado y cuando miras el ciclocomputador ves que el número de kilómetros se te ha ido de las manos.

HALF PIRINEXUS 360 GRAVEL

En el calendario cicloturista nacional apenas hay marchas que permitan disfrutar de la bonita sensación de rodar sobre tierra, siendo la Half Pirinexus 360 Gravel la opción más interesante en este aspecto. Esta marcha de itinerario circular con salida y llegada en Girona, y que sigue durante gran parte de su recorrido el río Ter hasta llegar a su desembocadura, cuenta con 125 kilómetros, todos ellos de pistas y vías verdes, y es la hermana menor de la Pirinexus 360: un reto que propone hacer 350 kilómetros en menos de 20 horas alternando diferentes tipos de superficie