Este Tour de Francia ha sido, sin duda, uno de los que más espectadores ha reunido a los lados de la carretera. Hay que reconocer que ha habido momentos en las subidas de los puertos de los Pirineos, los Alpes o en el Mont Ventoux dónde los ciclistas no lo han tenido fácil para pasar. Este problema de las aglomeraciones en los puertos (bendito problema porque deja claro que el ciclismo sigue muy vivo en lo que a interés del público se refiere) se ha puesto encima de la mesa por si en próximas ediciones de la ronda gala va a más.
Muy polémica ha sido la solución que ha aportado el "jefe" de Jonas Vingegaard. El holandés Richard Plugge, manager general del Visma, ha sugerido la posiblidad de que los espectadores tengan que pasar por taquilla como ocurre en algunos criteriums que se celebran post-Tour. "Se podría cobrar 4 ó 5 euros por acceder a la subida. En ese caso habría muchos menos espectadores", ha declarado el responsable del Visma.
Habría que ver primero si con ese pago descendería mucho el número de espectadores (lo dudo porque Plugge olvida los gastos de viaje y manutención que hacen los espectadores por acudir al Tour) y en segundo lugar se crearía un precedente muy peligroso. Hay que recordar que el Tour es el Tour también por la pasión que ponen los espectadores. Con las carreteras vacías sería un espectáculo mucho peor y los patrocinadores seguro que no tendrían el mismo interés por patrocinar a los equipos.