Sin duda que el Tour de Francia es uno de los grandes acontecimientos del deporte mundial pero, en lo que a los premios que ofrece, queda lejos de otras grandes citas. Tomando como referencia el torneo de tenis de Wimbledon que se está celebrando al mismo tiempo, el ganador sobre la hierba londinense (tanto en categoría masculina como femenina) tendrá un premio de 3 millones de libras (3.4 millones de euros) mientras que quien luzca el maillot amarillo en el podio final de Paris tendrá una recompensa de medio millón de euros. La diferencia es tan enorme que todos los premios del Tour juntos (2.305.000 €) quedan muy lejos de los tenistas que ganen el torneo de tenis británico.
De hecho, un jugador que alcance los cuartos de final se lleva casi el mismo premio (463.000) que el ganador del Tour. Y, esto sí que es fuerte, un tenista que eliminen en la primera ronda (vamos, que no gana ni un partido) se lleva 76.500 €, más dinero que los 70.000 € que da el Tour al cuarto clasificado en la general final (el segundo se lleva 200.000 y el tercero 100.000 euros).
Suena a recompensa escasa que el ganador de una etapa tenga un premio de 11.000 euros y los ganadores de las clasificaciones finales de la montaña o la regularidad sólo se lleven 25.000 euros.
