Asegurar el futuro es la mejor garantía para la tranquilidad económica. Un pago hoy y una planificación estudiada y preparada estratégicamente de cara a las próximas décadas es la mejor fórmula para, cuando llegue el momento del riesgo, disponer del capital de dinero necesario que cubra las diferentes necesidades. Uno de los productos de inversión más característico y utilizado es el seguro de vida, que cubre el fallecimiento y posibles riesgos. ¿Por qué voy a pagar por un servicio que no disfrutaré? Los beneficiarios serán los familiares directos, posiblemente los hijos o heredero.
El dolor por la despedida de un ser querido ya es lo suficientemente triste como para asumir, el aluvión de trámites a realizar. Ante esta futura situación, que llegará en algún momento de la vida, son cada vez más las personas que deciden contratar un seguro de vida y evitar, de esa manera, un mal trago en el futuro para terceras personas. Lo que mucha gente no conoce es cómo funciona exactamente un seguro de vida.
Funcionamiento
Un seguro de vida es un acuerdo entre una compañía aseguradora y el asegurado, en el que se acuerda un pago en caso de fallecimiento de la persona. La cantidad que se debe pagar, generalmente de forma mensual, depende de diferentes factores como el perfil del asegurado, la cantidad asegurada y su edad en el momento de la contratación. Esta información es esencial, si bien hay una serie de condicionantes y pluses que condicionan los precios de los seguros de vida y que convierten el producto más atractivo. Estos puntos se incluyen en las condiciones iniciales de contratación.
Pese a que se pone el acento en el fallecimiento del asegurado, hay otras situaciones que están cubiertas con este contrato, como la respuesta económica ante la invalidez o enfermedad grave, que impidiesen al asegurado desarrollar su actividad profesional con naturalidad, lo que le supone una merma en su capacidad recaudatoria. En cualquier caso, el contratante debe hacer frente al pago periódico de la cuota y se mantiene así cubierto ante situaciones que pueden ser imprevistas.
Tipos
Existen varios tipos de seguros de vida y su diferencia radica en el motivo del acuerdo. Aquellos de riesgo se centran en el abono de los costes asociados a la gestión administrativa y organizativa, tras el fallecimiento de la persona. En éste también se incluyen los riesgos derivados de accidentes o enfermedades que ocasionen una invalidez.
Otro tipo son los seguros de vida para hipotecas que cubren los gastos derivados de la misma, como consecuencia de la imposibilidad de pagarlos, ante una situación que también está relacionada con la imposibilidad de trabajar. El seguro de vida y ahorro, por otro lado, tiene el objetivo de acumular un dinero que se recupera cuando se llega a una determinada edad. Es una pensión complementaria a la que recurre cada vez más gente, ante las limitaciones de las prestaciones públicas con motivo de la jubilación.