Wout van Aert se ha llevado una gran alegría en la previa de la prueba de contrarreloj individual de los mundiales de ciclismo en Australia, y es que ha conseguido recuperar dos bicicletas de una enorme carga emocional para él, con las que se proclamó campeón del mundo de ciclocross en Bieles (2017) y Valkenburg (2018).
Tras hacerse con el segundo de los títulos mundiales mencionados, Van Aert recibió como regalo del CEO del Sniper Cycling Team, Nick Nuyens, las dos 'armas' con las que había logrado ambas victorias. Las bicicletas se habían conservado en su estado original, totalmente embarradas, y terminaron expuestas en la tienda de bicicletas de Niels Albert (entrenador del equipo).
Luego Van Aert canceló su contrato con el equipo de forma unilateral y llegaron los problemas, entre ellos una demanda por parte del conjunto Sniper (Vérandas Willems-Crelan por motivos de patrocinio), en la que se aseguraba que las bicicletas les pertenecían a ellos y, como dueños legítimos de las mismas, debían volver a la sede del equipo.

Así pues, los juzgados decretaron el embargo de las mismas mientras se sucedían los procesos y batallas legales. Disputas que finalizaron el pasado 13 de septiembre cuando un tribunal de Mechelen dictaminó que las bicicletas son de Van Aert y que su antiguo equipo está obligado a asumir todos los costes del proceso.
Aun así, Nuyens ha acudido al Tribunal de Casación de Bélgica, quien se deberá pronunciar en los próximos meses de invierno respecto al dueño de las bicicletas. Eso sí, según el medio HLN, Wout van Aert tiene todas las papeletas de volver a salir ganador de ese nuevo envite.