El próximo viernes saldrá a la venta el nuevo número de Ciclismo a Fondo, que llevará como portada a Alberto Contador. Ya se está convirtiendo en un clásico que el primer número del año traiga consigo una entrevista a la estrella de Pinto. El año pasado tuvimos la suerte de que nos visitara en la redacción de la revista y hace dos años viajamos (pérdida de maleta y de conexión de vuelo incluidos) a Sicilia para hacer lo propio.
Esta vez también nos hemos ido a una isla para entrevistarlo después de haber compartido con él su primera concentración con el equipo Trek-Segafredo en Benidorm. Allí no pudimos hacerle la entrevista. Por decisión propia, Alberto prefirió esperar a la llegada del nuevo año para conceder entrevistas, en la concentración que tendría lugar en Mallorca, aunque la nuestra no viera la luz hasta finales de enero y ahora, con el trabajo ya hecho, reconozco que era una decisión acertada.
Y es que, aunque la entrevista no salga publicada hasta cambiar de año, poniéndonos en la piel de Alberto, uno no habla igual de un mismo tema en diciembre que enero. Porque los temas, como os imagináis, son claros: su pasado más reciente en el equipo Tinkoff, su nuevo equipo y sus nuevas ambiciones.
Os puedo asegurar que, aunque ésta no es la única ni la primera entrevista que Alberto ha concedido en estas últimas semanas sí que tiene algo de diferente (además de su extensión, mucho más larga que las que se han publicado en entrevistas o radios). Y no lo digo porque quien la firma es quien os escribe estas líneas si no por el tono de Alberto, por los sueños que desprende plasmados en frases cortas pero muy claras y…¡que no quiero adelantaros nada hasta que paséis por el kiosco y la leáis!
Solo os puedo prometer que sí, un año más merece la pena escucharle, o leerle en este caso (que si no es así, os devuelvan el dinero en el kiosco).
Detrás de esta entrevista hay dos viajes muy intensos. El primero, a Benidorm a principios de diciembre, cuando el equipo Trek abrió sus puertas una tarde para la prensa. A esa tarde debo contaros que no llegué. Sí, ya empezamos con las aventuritas por el mundo, porque en la conexión del vuelo entre Madrid y Alicante perdimos el avión y, gracias a una rápida reacción nos fuimos corriendo al mostrador de Europcar para alquilar un coche y plantarnos en Alicante lo más rápido posible. Perdimos esa tarde de entrevistas en la que Alberto tampoco iba a concederlas por deseo propio a los asistentes (los que no perdieron el avión como una servidora).
Pero al día siguiente pudimos disfrutar de la recompensa por el esfuerzo. Por la mañana salimos a entrenar con el equipo Trek por el bellísimo terreno interior de Alicante, que no me extraña que tantos ciclistas profesionales y equipos vayan cada años a esa zona a entrenarse, es maravillosa. Era el día de descanso de los ciclistas, algunos como Degenkolb ni siquiera iban a salir a entrenar debido a una apretada agenda en forma de videos, fotos y demás. Nos iban a dividir en tres grupos, cada uno capitaneado por un miembro del equipo: Markel Irizar, Haimar Zubeldia y Yaroslav Popovych. A Ciclismo a Fondo le tocó el grupo de Haimar y, justo cuando íbamos a salir, a nuestro lado se colocó un ciclista delgadito y moreno vestido de amarillo fosforito. ¡Ay Dios! Cuando reaccionamos. Alberto Contador. No voy a durar ni dos telediarios aquí.
Y así fue, claro. A los ocho kilómetros de ir rodando (con el plato metido, la última del grupo y con las pulsaciones a mil por hora), en la primera rampita, me despedí muy amablemente de ellos para continuar a mi ritmo.
El viaje de vuelta (en avión también y esta vez sin perderlo) lo hicimos vía Palma de Mallorca hasta Bilbao. Vaya, podía haberme quedado a comer ensaimadas…porque un mes después, allá que aterrizamos, esta vez sí, para descubrir el nuevo maillot del Trek-Segafredo, realizar la sesión de fotos y la entrevista a Alberto Contador. Y el mismo día, justo a la misma hora que la Vuelta a España desvelaba su recorrido para la próxima edición en Madrid, nosotros nos sentábamos con una grabadora recogiendo las palabras de Alberto para escribirla esa misma noche y brindárosla ya en el kiosco.
Sin aún amanecer, de nuevo al avión para volver a casa. Lo peor de todo en estos viajes tan cortos e intensos es el poco tiempo que te da para saludar al resto de la gente, del equipo Trek que tantas ilusiones despierta esta nueva temporada. Pero pronto habrá tiempo para eso, pues terminando de escribir estas líneas empiezo ya a llenar la maleta camino del debut en el Tour de San Juan. Os lo comentaremos. Mientras, a este lado del charco os dejo con un nuevo número de la revista que adquirir en el kiosco y esperando vuestras opiniones sobre la entrevista.