El Ayto. de Sevilla renuncia a la movilidad ciclista

Me comentan los buenos amigos de los colectivos urbanos ciclistas de Sevilla, que lo que podría ser un modelo de movilidad con la red de carriles-bici que la ciudad posee, se ha truncado por culpa de la actual alcaldía, puesto que se pretende un cambio en la Ordenanaza de Circulación por el que, además de impedir a los ciclistas que circulen por la calzada donde exista carril-bici, se establecerá que la velocidad del ciclista no supere los 15 km/h.

Alfonso Triviño

El Ayto. de Sevilla renuncia a la movilidad ciclista
El Ayto. de Sevilla renuncia a la movilidad ciclista

Me comentan los buenos amigos de los colectivos urbanos ciclistas de Sevilla, que lo que podría ser un modelo de movilidad con la red de carriles-bici que la ciudad posee, se ha truncado por culpa de la actual alcaldía, puesto que se pretende un cambio en la Ordenanaza de Circulación por el que, además de impedir a los ciclistas que circulen por la calzada donde exista carril-bici, se establecerá que la velocidad del ciclista no supere los 15 km/h.

Esto es lo que Europa Press informa:



SEVILLA, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
La junta de gobierno del Ayuntamiento hispalense, reunida este viernes en sesión ordinaria, ha aprobado un proyecto destinado a crear una nueva ordenanza de circulación reduciendo de 20 a 15 kilómetros por hora el límite de velocidad para los ciclistas y abriendo los carriles bus a las motocicletas y ciclomotores.
En rueda de prensa, el concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad, Juan Bueno, ha explicado que este proyecto de nueva ordenanza, bautizada simplemente como "de circulación", se extiende a lo largo de un articulado de 152 puntos que integra los aspectos regulados hasta ahora por las ordenanzas de Peatones y Ciclistas, de Estacionamiento Regulado en Superficie o de zona azul y de Transporte Público Regular de Uso Especial de Viajeros, normativas que serán derogadas una vez entre en vigor el texto ahora naciente.
SUPUESTOS CONCRETOS
Para las zonas peatonales, el proyecto de ordenanza contempla la "prohibición general de acceso, circulación y estacionamiento de todo tipo de vehículos". El texto en cuestión, recogido por Europa Press, estipula en materia de bicicletas que "las bicicletas circularán por los carriles bici y cuando estos no existan, podrán circular por la calzada", reduciendo de 20 a 15 kilómetros por hora, aproximadamente, el límite de velocidad de los ciclos. En el mismo sentido, queda reflejada "la prioridad de paso de los peatones por las zonas determinadas como pasos de peatones".
También señala que el Ayuntamiento "podrá declarar zonas de convivencia entre los peatones y ciclistas, a pesar de la existencia de carriles bici, en las que habrá de respetarse en todo caso la prioridad del peatón, manteniendo una velocidad moderada por debajo de los diez kilómetros por hora aproximadamente". "El Ayuntamiento podrá establecer zonas de tránsito compartido entre peatones y bicicletas, pero en dichas zonas siempre tendrá prioridad el peatón", señala el proyecto de ordenanza, según el cual "cuando el carril bici ocupe la totalidad de la acera, al igual que en las zonas peatonales, la preferencia en todo caso corresponderá al peatón".
EL CICLISTA TENDRÁ QUE ADAPTARSE
"En los supuestos de circulación del ciclista por la acera y por las zonas y calles peatonales, éste adaptará su movimiento a la marcha del peatón, llegando a detener la bicicleta cuando fuera necesario, para garantizar su prioridad. En caso de aglomeración el ciclista deberá descender de la bicicleta", especifica el proyecto de ordenanza para zanjar cualquier duda.






Evidentemente esto es un ejemplo de cómo una ciudad adaptada perfectamente al uso de la bicicleta, con una amplia y utilizadísima red de carriles-bici, por culpa de una decisión "política" se pone al ciclista al pie de los caballos. Precisamente lo que queremos con el cambio de la Ley de Seguridad Vial es que los ciclistas puedan elegir si prefieren circular tranquilamente por un carril-bici, o bien integrase en la calzada como un vehículo más a la velocidad que mejor le convenga. Pues no, nuestros próceres aún no entienden, "no se les ha metido en la cabeza" (utilizando el fascistoide lenguaje de la DGT) que con esto lo único que van a lograr es el aplauso de las aseguradoras, porque ya me diréis cómo un ciclista puede controlar reducir la marcha a una velocidad tan ridícula, cuando ni siquiera son obligatorios los velocímetros en las bicis. Cada vez que un coche atropelle a un ciclista le será muy sencillo alegar por parte de la aseguradora que defienda al conductor del vehículo a motor que la culpa es del vulnerable usuario de la bici, que es que vamos como locos, y realmente el que chocó contra el coche es el ciclista, que va muy deprisa.

Yo lo que me pregunto es qué intereses hay en sacarnos de las vías públicas. Seguramente es porque en cada accidente con ciclistas implicados los políticos no pueden sacar pecho porque realmente no han movido un dedo por nuestra seguridad, y lo único que se les ocurre es ponérnoslo imposible. Ya estarán las aseguradoras para agradecerles los servicios prestados bien invitándoles a dar conferencias para sus fundaciones, o bien dejándoles un hueco en sus Consejos de Administración cuando se liberen del penoso deber de mirar por el bien común.