Fue en la gala de la Bici del Año del grupo Motorpress Ibérica el 25 de abril, y como colofón a la ceremonia, la entrega del merecidísimo premio a Anna González por la creación, impulso y éxito de #porunaleyjusta. Anna dice que es el fruto de la implicación de todos los que han firmado la petición de la reforma del Código Penal en Change.org, y es cierto. Sin cada gota de agua el océano no existiría. Pero no me negaréis que el tesón admirable de Anna y su capacidad para superar las mayores adversidades han sido lo que ha logrado despertar la ola de adhesiones a esta causa, que es la de todos.
El ser humano es muy misterioso. Capaz de lo mejor y de lo peor ¿Cómo es posible que alguien que atropella a un ciclista por un accidente no sea capaz de parar, intentar ver qué ha hecho, llamar al 112, tratar de asistir a la víctima y asumir sus consecuencias? ¿Qué entraña reacción lleva a una persona a salir huyendo sin saber las consecuencias de su negligencia? :"¿Lo habré matado? ¿Estará agonizando? ¿Y si por culpa de no pararme se muere? Da igual, salgo por patas y así no me pasará nada a mi".
¿Y qué decir de los que cuando pueden hacer algo al respecto empiezan con sus cálculos mentales? Ufff, otra campaña más. Qué plasta es la peña. No tengo tiempo. ¿Me voy a leer un panfleto? Sí, es una pena, esto de los accidentes es lo de siempre, pero qué pesados se ponen. Bastantes problemas tengo yo como para complicarme la vida. Le ha tocado y punto, me deprime ver estas cosas.
¿Y de los que en su mano tienen la capacidad de cambiar las leyes? Es que el Código Penal es la última respuesta que debe dar la sociedad. Pero si hay otros medios que el Estado de Derecho puede utilizar, que incluso son más eficaces. Lo que duele es el bolsillo, para eso están las multas. Los poderes públicos jamás dejan a las víctimas abandonadas. Uno tiene el derecho de acudir a los Tribunales en vía civil. No podemos culpabilizar a cualquiera que por un descuido ha tenido la pena de provocar un accidente, que a cualquiera nos puede pasar. Es que piden la luna.
La realidad de las cosas
¿Y los que han de preservar sus intereses económicos? Ya estamos con las víctimas, a sacarnos el dinero. Que sólo quieren cobrar una pasta. Lo difícil que es cuadrar cuentas, aquí estamos por la empresa. Hay que dar de comer a nuestros empleados. Encima la mayoría de las víctimas son unos defraudadores. Se inventan las dolencias, que si latigazo cervical, que si lumbalgias. Y seguro que han tenido la culpa del accidente. Algo habrán hecho. Hay que cambiar las leyes que tanto miran por ellos. Alguien tiene que velar por lo nuestro. Ya está: invitemos a jueces y fiscales a formar a nuestros tramitadores. Démosles un buen estipendio y las mejores pólizas con la máxima cobertura y el mínimo precio, que son personas VIP por la seriedad de sus cargos. No son chavales de 18 años con el carné recién sacado y ganas de botellón y de pisar el acelerador. Y si un juez deja de dictar buenas sentencias, vamos, las que nos benefician, se le deja de llamar a dar charlas, se perderá las jornadas de convivencia entre magistrados y tramitadores y le subimos sus seguros, que ya cruzamos bien las informaciones entre nosotros para que no se nos escape nada a nuestro control. Y además haremos unas buenas Fundaciones que lleven nuestro nombre y que investiguen las causas de siniestralidad. Porque siempre tiene la culpa el ciclista, que va sin casco, bebido, son un peligro. Y como los datos los sacamos de los asuntos en los que defendemos a los que los atropellan a ciclistas, decidimos que el culpable es... el ciclista, no nuestro cliente. Y si se llega a un acuerdo indemnizatorio antes de celebrar juicio, la cuantía que pagamos la consideramos consecuencia de un fraude de la víctima contra la aseguradora por llevarnos a los Tribunales. Y con esos datos conseguiremos una ley que obligue por tanto a las víctimas a pasar por nuestros servicios médicos, por lo que como quieran ir contra nosotros y meternos en juicios les hundiremos porque sacaremos a nuestros peritos médicos afirmando que este señor está como una rosa, que para eso le hemos hecho un seguimiento y nosotros sí sabemos en realidad cómo ha quedado. Y si pierden el juicio iremos por él y por su patrimonio embargándole la cuantía de las costas, que los jueces siempre condenan en costas al perdedor porque hay una ley que obliga al juez a condenarle. Que nosotros sí podemos. Tenemos los medios y los recursos.
¿Y qué pasa con los que tienen miedo de mojarse porque no hay respuesta masiva del colectivo para pedir los cambios? Es que la campaña hace mucho ruido, no son formas. Como se me enfaden los políticos me cortan la subvención. Pero si es que somos cuatro gatos aquí y hay que sacar las carreras esto no da para más. Sí, si lleva razón, pero podemos tener un conflicto y es muy duro sacar un equipo. Nosotros no nos metemos en política, que viene Rajoy y nos regaña. Pero... anda, si ya tiene ya las firmas. Ufff, qué mal vamos a quedar. Hay que sacar ahora provecho, que estamos a tiempo. Menos mal que hemos nadado y guardado la ropa. Pero además qué bien quedo en la foto. Otra cámara, vamos allí, que quepo. Toma codazo, que quiero el mejor lugar.
Camino aún por recorrer
Pues bien todavía no está hecho. Queda lo peor, que es lograr que el texto que han de redactar los Diputados sea valiente. Hay mucho que cambiar de la normativa para que las víctimas estén bien protegidas. Desgraciadamente cada vez que hay un accidente, desde el 1 de julio de 2015 no hay delito salvo casos gravísimos, y desde el 1 de enero de 2016, las aseguradoras han creado una ley a su servicio que deja a las víctimas sin medios para defender sus derechos y a merced de las aseguradoras. Los que van sin asesoramiento legal por aquello de que hay que ir por vía extrajudicial obligatoriamente, aceptarán lo primero que les ofrecen pensando que la aseguradora actúa de buena fe, cuando son lobos hambrientos buscando a quién devorar. Y los que piensan que el equipo del Fiscal de Seguridad Vial se ocupará de mi asunto, verán que les reciben con un suave masaje de palabras melifluas, les sugerirán que vayan a un psicólogo para finalmente informarles que es que como no hay delito no pueden hacer nada.
Por lo que, amigos, invito desde aquí, ahora que hay "quorum", a que si nuevamente no se cambian las cosas y de verdad no sale adelante #porunaleyjusta, nos movilicemos y demostremos que el sacrificio de Anna merece nuestra respuesta. Os tendremos al tanto de los avances, para bien o para mal.