NUEVO SEGURO DE ACCIDENTES

Quizás alguno se haya extrañado de que lleve varias semanas o incluso meses callado como un muerto sobre el asunto de los seguros federativos, salvo alguna clamorosa denuncia ante situaciones muy concretas sufridas por algún lector nuestro. Ese silencio responde a una actitud de prudencia  ante el trabajo en el que personalmente me he empeñado para tratar de buscar una solución a los obstáculos que impedían gozar de un seguro de accidentes que cubrieran los mínimos legales cuanto menos.

Alfonso Triviño

NUEVO SEGURO DE ACCIDENTES
NUEVO SEGURO DE ACCIDENTES

Quizás alguno se haya extrañado de que lleve varias semanas o incluso meses callado como un muerto sobre el asunto de los seguros federativos, salvo alguna clamorosa denuncia ante situaciones muy concretas sufridas por algún lector nuestro. Ese silencio responde a una actitud de prudencia  ante el trabajo en el que personalmente me he empeñado para tratar de buscar una solución a los obstáculos que impedían gozar de un seguro de accidentes que cubrieran los mínimos legales cuanto menos.


 


Tras las duras críticas vertidas desde este blog a todas las Territoriales cuyos seguros son muy deficientes, surgió una muy agria polémica en el seno de una reunión de clubes madrileños presidida por el Presidente Javier Fernández Alba, el abogado de la RFEC, don Luis Sanz y con la asesora de la Madrileña Carmen López. Nuestras discrepancias eran manifiestas en lo que se consideraba la interpretación de las exclusiones del seguro de la Mutualidad General Deportiva, que es el suscrito por la mayoría de las Territoriales. Mientras yo me limitaba a señalar que el texto de la póliza claramente consideraba que el atropello de un vehículo a motor causado a un ciclista entraba en las exclusiones, así como cuando el ciclista cometía imprudencia, ellos interpretaban que nunca se había dejado tirado a nadie. Posteriormente, y en los pasillos, una vez acabada la reunión el propio Luis Sanz reconoció que no se pudo eliminar con la  MGD la exclusión por accidente debido a imprudencia del ciclista.


 


En ese momento, tras mostrar mi más firme indignación, el presidente de la Madrileña se comprometió a que, si me sumaba a los trabajos y lográbamos un seguro que no diera quebraderos de cabeza, la Federación lo suscribiría una vez fuera acordado por la asamblea. Y así decidí dar un voto de confianza y fiarme de la palabra de Javier Fernández Alba.


 


Se constituyó la denominada “Comisión de Licencias", integrada por el Secretario General, José Almagro, la asesora jurídica Carmen Ramos y yo mismo. Nos pusimos manos a la obra y empezamos a reunirnos con distintas corredurías y aseguradoras para explicarles qué tipo de seguro queríamos. Se les dio las indicaciones, y se pusieron varios borradores encima de la mesa. Tras sustanciales modificaciones solicitadas por nuestra parte con el fin de personalizar la póliza al mundo del ciclismo de competición, cicloturismo y entrenamientos tanto deportivos como salidas en bicicleta sin fines deportivos, se prepararon cuatro propuestas en firme. Una de la Mutualidad General Deportiva que sólo modificaba un aspecto muy superficial sobre lo ya existente, y en la que las exclusiones prácticamente continuaban igual. Y otras tres propuestas, una con la Mutua Madrileña y otras dos con Allianz, una modalidad más económica con indemnizaciones ligeramente inferiores pero con la asistencia médica idéntica en ambos casos.


 


La diferencia es que la Mutua Madrileña excluía los accidentes en los que interviniera imprudencia grave del ciclista declarada judicialmente, mientras que la de Allianz no contemplaba esa exclusión. La única de esta última la constituiría sólo la  tentativa de suicidio o intencionalidad en la producción de la lesión (esto es, provocarse el daño adrede, no por imprudencia del ciclista por muy grave que ésta fuera).


 


Estas pólizas fueron fruto de decenas de reuniones y cruce de correos, que pulieron los defectos formales y que pude personalmente supervisar. Además, el seguro de Allianz venía de la mano de la misma correduría, Sure Service, con la que ya se trabajó en el seguro de Responsabilidad Civil actualmente vigente de la Madrileña y único en España que consideraba terceros a los efectos de los accidentes ocurridos entre los propios federados entre sí. 


 


Las otras aseguradoras no consintieron en eliminar la negligencia o imprudencia del ciclista como causa de exclusión de la cobertura sanitaria.


 


Se preparó la documentación a la Asamblea, y tras la exposición, los propios asambleístas pudieron analizar las comparativas de coberturas, exclusiones, precios y posibilidades de ampliar cobertura indemnizatoria por tramos una vez garantizada la asistencia sanitaria. Llegaron a la conclusión de que la única aseguradora que cubría los requisitos adecuados era la aseguradora Allianz, por lo que por unanimidad se votó la suscripción de ese seguro.


 


Ahora sí podemos afirmar con rotunda tranquilidad que los federados madrileños estaremos cubiertos a partir del uno de enero con un seguro sin trampas o equívocos intencionados, sin folios y folios de exclusiones, sin el riesgo de que la aseguradora trate de probar nuestro descuido o que ocurrió el accidente “viniendo a por el pan" con el fin de declarar el accidente como excluido. Tampoco hay riesgo de que la aseguradora nos pase la factura del hospital. No hay que pagar tres euros de franquicia ni rellenar el parte personándose en Federación; un seguro con iguales precios que la MGD, pero con coberturas sensiblemente superiores. No tendremos que avisar cada vez que salgamos de España y bastará con marcar un teléfono 902 si nos ocurre cualquier contingencia. La propia licencia será el documento para obtener asistencia sanitaria por accidente. Un seguro que costeará el ingreso por urgencias que tenga lugar en cualquier hospital aunque no fuere un hospital concertado, además de otras ventajas. Y esa póliza ha habido que hacerla sudando cada artículo, cada cláusula. La propia asamblea así lo reconoció votándolo por unanimidad.


 


Animo al resto de las Territoriales a que trabajen en favor de sus federados, que se puede lograr. Que si se suscriben seguros problemáticos y por debajo de los mínimos es porque no se buscan alternativas. Se está a tiempo, aunque el plazo es corto porque si no se denuncian los actuales seguros en un plazo de dos meses, la renovación puede ser obligada.


 


Y agradezco públicamente al presidente de la Federación Madrileña de Ciclismo que nos haya dejado trabajar y que cumpliera su compromiso. Y a los asambleístas madrileños que han sido capaces de optar por lo más beneficioso para todos.