Son detalles, quizás a todos nos ha pasado algo similar. Me lo contaron personas de confianza que no tienen por qué quererme engañar o exagerar los hechos.
Ocurrió en el campus de Eduardo Chozas en Calpe, Alicante, este viernes pasado. Un día de perros con agua y frío. Allí los sufridos ciclistas salen llueva o truene, divididos en cinco grupos según los niveles y con sus respectivos responsables en todo momento comunicados con cada vehículo de apoyo que les cubre por la espalda.
Me narraba el jefe de uno de los grupos que en un determinado momento un coche patrulla de la Guardia Civil que circulaba por el carril contrario tiró de freno de mano para girar en redondo derrapando, acercándose a los ciclistas echándoseles encima literalmente. Narro la conversación según me han relatado dos de los testigos.
-Deténganse inmediatamente.
-Sr. Agente, si no le importa nos paramos a cincuenta metros, ahí delante que hay un rellano amplio.
-¡Que se detengan le he dicho ahora mismo!
El grupo se detiene no sin tensión, tratan de salirse de la carretera porque ésta es muy estrecha.
-¿Es que no saben que han de circular en fila de a uno?
-Disculpe, Sr. Agente, tenía entendido que podíamos circular en paralelo en fila de a dos.
-Eso no es así, y además están obligados a ir por el arcén.
-Pero si en esta carretera no hay arcén en la mayoría del recorrido, desaparece, te mete entre bandas sonoras, te tragas los catadióptricos...
- Ustedes ocupan demasiado espacio...
-Disculpe agente, ¿podría indicarme qué norma hemos infringido? Lo digo por conocerla porque ahora estaba convencido de que podíamos ir en paralelo si existe visibilidad y apenas hay tráfico.
Con el grupo orillado los guardias se retiran al vehículo a deliberar y empiezan a mirar una especie de catálogo.
Tras un buen rato consultando el librito, sale uno de ellos.
-Miren ustedes, tienen que ir en fila de a uno.
-Que pueden ir en paralelo -dice el otro guardia desde dentro del coche.
-Además siempre están ustedes igual –replica el primero- y por culpa de los ciclistas llegamos tarde al trabajo.
-Agente- interviene el jefe de grupo- si además llevamos detrás el vehículo de apoyo.
-Pues eso no es así porque le hemos visto que se ha parado a arreglar el pinchazo de otro ciclista, y como sigan ustedes con ese grupo tan numeroso nos quedamos una hora y media aquí pero identifico uno a uno y les denuncio, y además, ustedes no deberían estar en bicicleta con las condiciones climatológicas que hay ahora.
Con no poca mano izquierda consigue el jefe de grupo apaciguar la situación y solventarla sin ser denunciados por unos hechos que en ningún apartado de la Ley de Seguridad ni su Reglamento califica como infracción, salvo que circular en paralelo en fila de a dos, en zona visible y sin crear aglomeraciones de tráfico bajo la lluvia en un grupo de menos de cincuenta ciclistas resulte ahora que está prohibido.
Lo que demuestra que Pedro Delgado ha dimitido porque situaciones como estas desgraciadamente son más habituales de lo que debieran. Guardias civiles o policías autonómicas o locales que desconocen las normas, que actúan con prepotencia ante ciclistas que sólo tratan de ejercer un derecho. No tendría razón Perico en dimitir si no fuera porque hace dos años nos reunimos con el general Masegosa, jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil que se comprometió a que sus agentes conocieran y aplicaran bien las normas, que buscaran la protección del ciclista, incidiendo el citado General que se dedicarían los agentes a denunciar a los que nos pusieran en peligro. Como Pedro ha constatado que no es así, sino que a quien se denuncia es al ciclista y no al vehículo que te adelanta sistemáticamente a menos de metro y medio, pues no le queda más remedio que denunciar públicamente la situación y largarse.
O cuando el Sr. Pere Navarro me abroncó personalmente ante el Pleno del Consejo Superior de Tráfico este día 11 de febrero cuando anunciamos que Pedro abandonaba el Consejo, entre otras muchas razones porque a los ciclistas se les quitan los puntos de su carné. ¡Eso es imposible! Espetó el Sr. Navarro.
Y a los dos días salta la noticia de que un juez anula la retirada de puntos del carné por una infracción que cometió una persona circulando en bicicleta, argumentando en la sentencia que es “algo absurdo".
Pero es que al ciclista profesional Haimar Zubeldia, que hiciera quinto en un Tour, o también a Iván Gutiérrez, otro gran ciclista y compañero de Valverde, les habían retirado puntos de su carné por infracciones realizadas mientras entrenaban en bicicleta. Pero tenemos más casos documentados de ciclistas anónimos.
Por eso y por muchas más razones Pedro ha dado un puñetazo encima de la mesa.
Pero todo ese trabajo no puede caer en saco roto. Lo que necesitamos es constatar que existe apoyo del colectivo, que los que montamos en bici somos muchos y que no estamos dispuestos a que nos saquen de las carreteras. Ahora nos encontramos en plena fase de reflexión, y esperamos en breve comunicaros novedades.