Astana, del abismo a la gloria

Un año después de rozar la desaparición, el equipo kazajo vive uno de los momentos más bonitos de su historia.

Álvaro Calleja. Fotos: Bettini Photo

Ion Izagirre, en el podio como ganador de la última etapa de la París-Niza.
Ion Izagirre, en el podio como ganador de la última etapa de la París-Niza.

Cómo cambia la vida. Qué caprichosa es. Hace sólo un año, el mejor equipo de ahora, de esta primera parte de la temporada, el conjunto que todo lo devora en 2019, se encontraba al borde del precipicio, a un único paso del salto final, el que te paraliza el corazón para siempre. Peligraba el Astana, uno de los equipos con más recorrido del pelotón, a inicios de 2018. El dinero prometido por Kazajistán no llegaba y Alexander Vinokourov, su mánager omnipresente, se paseaba por los medios de comunicación bramando y rezando al mismo tiempo. El maillot celeste amenazaba con mutar a negro.

La oscuridad se cernía sobre un Astana que iba viendo cómo sus arcas se vaciaban y cómo su plantilla se quedaba sin cobrar. No había dinero, según Vinokourov, ni siquiera para pagar los desplazamientos a las carreras. “Tenemos gastos de extrema urgencia, por lo que, si el dinero no aparece, detendremos la actividad antes de la parte más importante de la temporada, y, luego, cerraremos el equipo", se lamentaba en Vesti.kz. Incluso el propio equipo llegó a emitir un comunicado para confirmar lo dicho por el excorredor kazajo, para anunciar los problemas que amenazaban con su desaparición.

Sin embargo, aquella tormenta en pleno febrero sirvió para que los señores de corbata movieran su trasero de las cómodas sillas de sus oficinas y desempolvaran el dinero prometido, y también para que los ciclistas reaccionaran y comenzarán a llenar el casillero de victorias. Bien por llamar la atención de posibles patrocinadores o bien por lucirse individualmente, los componentes de la plantilla del Astana apretaron un acelerador que todavía hoy continúa pisado a fondo. Si su 2018 estuvo bien, en 2019 están alcanzando la excelencia.

Astana, del abismo a la gloria

Jakob Fuglsang, ganador en Recanati de la 5ª etapa de la Tirreno-Adriático, cerró un fin de semana de ensueño para el Astana.

Apenas llevamos un par de meses de temporada y la escuadra de Vinokourov ya suma 19 victorias, la que más del pelotón, aventajando incluso en dos al Deceuninck-QuickStep. Además, no hay equipo que supere sus once segundos y sus once terceros puestos, lo que corrobora todavía más su autoridad en este tramo del curso, en el que ya es habitual que dos ciclistas de Astana ganen el mismo día en diferentes rincones del mapa, como sucedió este pasado domingo, cuando Ion Izagirre en París-Niza y Jakob Fuglsang en Tirreno-Adriático lograron los dos últimos triunfos celestes.

Y mucho han tenido que ver los españoles en la fabulosa actuación que atraviesa el conjunto de Kazajistán, con dos victorias de Luis León Sánchez -un parcial y la general de Murcia-, otras dos del mencionado Ion -la etapa de Niza y la general de la Comunitat Valenciana-, una de su hermano Gorka -el Tour de la Provence- y una más de Peio Bilbao -la primera etapa de Murcia-. Sólo falta, de entre los nuestros, Omar Fraile, uno con el gatillo siempre preparado, por levantar los brazos en el temporadón de un Astana que hoy, tan sólo un año después de observar con sus propios ojos el fondo del barranco, vive uno de los momentos más bonitos de su historia.