Paris Roubaix, emociónate

El Blog de Luis Pasamontes

Luis Pasamontes

Paris Roubaix, emociónate
Paris Roubaix, emociónate

Alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática.

Interés, generalmente expectante, con que se participa en algo que está ocurriendo. Así define el diccionario de la Lengua Española la “emoción”, esa  con la que el deportista convive, con la que todos  lidiamos. Entrenamientos, victorias, derrotas, lesiones,  averías, renovaciones…todo genera alteraciones en el ánimo. Pero si hay una carrera en la que estas estén a flor de piel, es sin duda Paris Roubaix. Tuve la suerte, lo digo ahora, de haberla disputado durante mi etapa como ciclista profesional. En 2006, cuando militaba en el conjunto belga Unibet, corro por primera vez la mítica clásica francesa. En aquella ocasión vencía Fabian Cancellara por delante de Tom Bonnen. El belga recorrerá por última vez los 29 tramos de pavé el domingo, al menos como profesional. Me sentía raro, era algo nuevo para mi, además en las filas de un conjunto belga lo viví con mucha intensidad. No sentía miedo, sí mucho respeto, pero tenía ese desparpajo y atrevimiento que te da la edad. Recuerdo que la noche anterior recibía mensajes de amigos y familiares animándome a disfrutar, a vivir el momento.

Ahora es cuando analizo todo lo ocurrido, me siento y escribo sobre ello. No te das cuenta que estás corriendo la carrera más dura y exigente del mundo. Sabes que es Roubaix, la has visto muchas veces en televisión, has visto reportajes en Ciclismo a Fondo con fotos en las que se palpa el barro, el polvo, pero no la has vivido. El ánimo fluctuaba en mí constantemente, me empezaba a dar cuenta que mi mente sabía a lo que me enfrentaba y lo intentaba transmitir al resto del cuerpo. Después en las filas de Caisse D´Epargne y Movistar volví a disputarla. La primera es especial, pero después de conocerla no afrontas de la misma manera las siguientes. Mi cabeza se ponía a pensar días antes, ya sabía lo que me esperaba. Hoy quiero compartir, además de mis emociones, las de ciclistas que la van a vivir o la han vivido desde distintos puntos de vista. He estado hablando con ellos en estos días previos para conocer su estado de ánimo, sus sensaciones enfrentadas, sus inquietudes, miedos y pasiones.  Agradezco que hayan querido compartir algo tan personal con todos nosotros.

El joven Iván García Cortina vive su primera Roubaix, como profesional. Ya la conoce, la corrió como ciclista amateur, pero el domingo será diferente.

“Luis no sé que decirte sobre esta carrera, tú la conoces mejor que yo. Te puedo decir que siento pasión por el pavé y el de esta carrera es especial. La conozco y he sufrido en ella, pero aún así me encanta. Es una relación amor-odio, pero con mucho amor”

“Roubaix es histórica por recorrido y trayectoria, es un monumento”.

Fran Ventoso disputa por primera vez esta carrera como gregario de uno de los ciclistas que puede estar en lo más alto del podio del velódromo. El cántabro estará al lado de Greg Van Avermaet el domingo y será su sombra, su apoyo, su escudero.

“Luis, ahora mismo tengo una mezcla de emociones. Por un lado emocionado por la carrera, por lo que significa, por su historia, por la dificultad que entraña el simple pero complejo “hecho” de terminarla. Pero a la vez incertidumbre por todos los factores externos que no dependerán de mi.  Caidas, pinchazos, montoneras…es una carrera en la que puede pasar de todo. Un solo percance y persigues más de media hora. Es épica. “

Imanol Erviti consiguió el pasado año terminar entre los diez primeros Flanders y Roubaix, algo francamente difícil.  Este año afronta la carrera con más experiencia y con la satisfacción de la pasada edición.

“En estos días previos tengo deseos, emociones, cosquilleo ante lo impredecible. Roubaix es la reina, es especial, alberga sufrimiento y pasión. Te puede dar o quitar todo”. 

Manuel Quinziato es veterano en la clásica y se plantea terminar su carrera como ciclista profesional al final de la presente temporada. También correrá al lado de Fran y por Greg. Su trabajo es esencial e imprescindible, es un capitán de ruta sobre la bici. El italiano ha tenido grandes actuaciones, fue 9º en 2009.

“Pasa, Roubaix es una carrera anacrónica, distinta a todas las demás. Es casi como hacer otro deporte ese día,  es una locura.  Las sensaciones estos días previos son muy  particulares. Emociones en las que también aparece el miedo.  Entramos como locos, mucha velocidad en tramos estrechos de pavé para dejar bien colocado a nuestro líder. Esta carrera te hace pensar mucho. El infierno del norte, es una nomenclatura apropiada”.

Rafael de Medina Abascal es un apasionado del ciclismo y lo compagina de manera excepcional con su familia y trabajo. Le gusta vivirlo desde dentro, pero también en primera persona, desde el sillín. El pasado año disputó la Roubaix para cicloturistas, acompañado y guiado por Pedro Horrillo. Al día siguiente vivió desde el coche del conjunto Movistar la carrera y estuvo al lado de Fran Ventoso en el momento de su accidente.

“Entrar en el bosque de Aremberg, me impresionó. Era un infierno de verdad, creo que no se puede comparar a nada, ni a las altas pendientes de los puertos. Si llueve el barrizal que se monta es tremendo. Añádele las piedras, pero no unas cualquieras, piedras como cuchillos. Sin duda la prueba más agresiva para bici y ciclista de todas las clásicas. Los que logran acabar son héroes, los que acaban delante leyendas y los que la ganan DIOSES”.

Testimonios potentes que estoy seguro os acercarán más a la carrera.

Miedo, amor, odio, monumento, dioses, incertidumbre, caídas, épica, anacrónica, infierno, sufrimiento, cosquilleo, leyendas, barro, pavé, DIOSES…esto es Paris Roubaix.

 

Luis Pasamontes

@pasamontesluis