Últimamente acompaño algunas de mis publicaciones en redes sociales como twitter o instagram (@pasamontesluis) con el hashtag #melodaeldeporte. Muchas, muchas son las experiencias, los aprendizajes y las herramientas que el ciclismo me ha dado y me sigue dando a día de hoy. En ocasiones la gente me pregunta si no me he cansado de pedalear, si después de tantos años subido a una bici no tengo ganas de dejarlo por completo. ¿Vosotros dejaríais de hacer un Master si os concedieran una beca de estudios?, creo que nadie podría resistirse a ello. Pues algo así me pasa a mí con la bici, cuanto más pedaleo más consciente soy de todo lo que obtengo a cambio.
Hace unos días os escribía desde Cuba dónde mi bici y yo nos encontrábamos participando en una prueba BTT (Titán Tropic). He estado en el Sahara, en el desierto del Gobi y me apetecía conocer también la selva Cubana. Sabía que me traería mucho de allí, además de barro por todos lados, alguna picadura de insecto y fatiga. Siempre digo que las experiencias más potentes están detrás de situaciones que entrañan trabajo, esfuerzo, complicaciones e incomodidades. Esta teoría se corrobora a lo largo de mi vida y también me voy dando cuenta que siempre tenemos que buscar la manera de sacar aspectos positivos cuándo se nos plantean estos enormes obstáculos. Cuesta descubrir historias en el sofá de casa, sí, puedes leerlas pero vivirlas es más difícil. Nada se me ha perdido en muchos sitios a los que voy a pedalear, pero sé que allí puedo seguir mejorando. Necesito entornos inestables para permanecer atento y con los ojos bien abiertos, esa es mi manera de crecer. Hoy me gustaría acercaros a una persona que tuve el gusto de conocer, más en profundidad, en esta prueba de la que os hablo. Le había saludado en la pasada feria de la bici Unibike, pero durante estos días en la isla caribeña pude compartir momentos únicos que me traje en mi mochila.
Dani Nafría es un joven de 28 años, natural de Barcelona y apasionado del deporte. En el año 2000 sufrió la amputación de su pierna izquierda por una enfermedad y a los pocos días estaba intentando pegar una patada a un balón, sujetándose por unas muletas. Pero tenía claro que no las quería como compañeras de viaje durante el resto de su vida, que no las necesitaba para seguir disfrutando del deporte. Hay algo curioso y que me apetece compartir con vosotros, recuerdo pedalear por Cuba en algunas zonas complicadas o simplemente mover mi maleta por el campo sintiendo que las ruedecillas de esta apenas giran y venirme el rostro de Dani a la cabeza. Pensaba en él y en ese momento me daba cuenta las oportunidades que habrá tenido para abandonar, para dedicarse a otro deporte menos complicado para su pierna o incluso decidir no hacer deporte nunca más. Pero él eligió eso, pedalear por zonas complicadas y atravesar ríos sobre la bici. La fuerza de Dani, su voluntad, su simpatía, su humildad al contar las cosas, formaban parte de alguna de las asignaturas que cursé durante esos días en la carrera.
En ocasiones la comodidad puede hacer que te relajes y pierdas la atención. Dani había cuidado hasta el más mínimo detalle de la carrera. El pasado año la prueba fue duramente castigada por las lluvias y el barro se convirtió en un verdadero enemigo de los ciclistas. Es complicado predecir el tiempo en zonas tropicales, dado que este cambia de forma repentina, pero el tenía todo bajo control. Antes de viajar cuidó al máximo su pierna para que no sufriera en exceso, en caso de tener que atravesar ríos o discurrir por zonas embarradas. La sometió a alguna modificación con vinilos para protegerla de las humedades que se pudieran dar. También tenía calculado lo que debía tardar, que velocidad debía de mantener para entrar en control, desarrollos…todo absolutamente todo. En ese momento me di cuenta que yo no había reparado en ciertos aspectos, tal vez porque estaba relajado, tranquilo, confiado y eso me hacía perder la atención. Compartimos la salida de la segunda etapa y hablamos antes de emprender la marcha. Me explicaba todo con detalle, parecía que salía de un bus de equipo profesional tras la reunión pre-etapa. Su pierna ortopédica luce una pegatina que reza “ la fuerza está en tu cabeza y en tu corazón”. Paradojas de la vida, te das cuenta cuándo no puedes ejercer la misma fuerza con una de tus piernas que hay muchas otras partes de tu cuerpo capaces de empujar y trasmitir los mismos vatios que esta desarrollaba. Dani ha sido uno de mis maestros en esta prueba, he aprendido mucho a su lado. Me ha encantado compartir tardes en el campamento con él, mientras nos bebíamos un refresco. A veces me costaba cerrar la boca mientras le escuchaba, a veces me costaba almacenar todo lo que me transmitía. Fuerza, compromiso, pundonor, ejemplo, heroicidad, confianza, liderazgo, espíritu gregario, valentía, inconformismo…es algo que guarda Nafria en su interior. Bueno mejor dicho, no se lo guarda, lo mejor de todo es que lo comparte con gente como yo y nos ayuda a seguir creciendo, a seguir aprendiendo. Espero coincidir en más lugares con él y continuar cursando este eterno master de vida que imparten docentes de su categoría.
Feliz Navidad de corazón a todos.
Luis Pasamontes
@pasamontesluis
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