En muchas culturas orientales esta postura es habitual y ves a muchas personas en la calle sentadas así, charlando tranquilamente. La zona de la ingle y las caderas se benefician de esta posición al ser flexibilizadas con una postura que no es muy habitual y que evita que se pierda movilidad en este área, crucial para facilitar la amplitud de zancada.
- Sujeta una mancuerna, kettlebell o el peso que tengas a mano, con las piernas ligeramente separadas.
- Agáchate de modo controlado hasta que te quedes en equilibrio, con los pies mirando hacia fuera.
- Te puedes ayudar con los codos a separar un poco más las piernas.
- Mantén durante 30 segundos la posición, levántate y repite cuatro veces más.