COLOCACIÓN DE LAS GAFAS ¿Me coloco las gafas por dentro o por fuera de las cintas del casco? Más allá de una cuestión estética, puede ser fundamental para tu seguridad. ASÍ SÍ... Colocándotelas por encima de las cintas, las gafas saldrán despedidas si tienes la mala suerte de caerte, evitando así que se conviertan en un objeto que te puede golpear la cara. Copia a todo un mito como Perico Delgado, que lleva muchos años dando pedales y sabe bien lo que hace. (Foto izquierda) ASÍ NO... Te vistes con tu conjunto favorito, te pones las gafas y te colocas el casco sin darte cuenta de que las cintas están encima de las patillas. Aunque no tiene por qué ocurrir, si sufres una caída las cintas pueden impedir que las gafas se caigan y, si éstas se rompen en varias piezas, los restos se te pueden clavar en la cara. (Foto derecha) USO DEL MÓVIL Reconozcámoslo, muchos de nosotros sentimos una ansiedad irrefrenable de sacar el móvil, sea cual sea la actividad que estemos haciendo, para hacer una foto, vídeo o cuando recibimos una notificación de alguna de las aplicaciones de moda. ASÍ SÍ... Si quieres enseñarles a tus compañeros tu foto en la última marcha que has participado o la novedad más candente de tu marca preferida, espérate a la parada en mitad de la ruta. Si es algo que tienes que atender con urgencia –existen modelos de ciclocomputadores en los que es posible recibir notificaciones-, busca un lugar seguro alejado de la carretera. (Foto izquierda) ASÍ NO... Ni selfies, ni vídeos ni mucho menos manipular el móvil apartando la vista durante varios segundos de la carretera. Además de que es un comportamiento sancionable con una multa –Purito tuvo por ello que pagar 80 € la pasada primavera-, daña nuestra imagen como colectivo y es muy peligroso tanto para ti como para los compañeros con los que pedaleas. (Foto derecha) VESTIMENTA VISIBLE Buscando huir de los rigores del verano, en los meses más cálidos alargamos nuestras rutas hasta última hora. El sol intenso y bajo nos obliga a poner de nuestra parte para ser vistos. ASÍ SÍ... Ropa de colores claros o llamativos y una luz trasera pensada para uso diurno nos harán destacar aunque el sol esté de frente y haciendo que los conductores adviertan nuestra presencia con la antelación necesaria para disminuir la velocidad y adelantarnos con la separación lateral suficiente. (Foto izquierda) ASÍ NO... La carretera no es el mejor sitio para pasar desapercibido. Sin luz, con ropa oscura y sol de cara se puede decir que el ciclista de la foto lleva un camuflaje perfecto, con el peligro que ello conlleva ya que los conductores no van a saber que hay un ciclista hasta que estén muy cerca de él. (Foto derecha) CALAS Las calas son un elemento al que, a menudo, no solemos prestar atención. Las colocamos en las zapatillas y las cambiamos cuando nos acordamos a pesar de ser el elemento que nos mantiene unidos a nuestra máquina. ASÍ SÍ... No hace falta que estén relucientes, pero sí es conveniente mantener los tornillos libres de barro y comprobar regularmente que las zonas de anclaje no se han desgastado y cuentan con un grosor mínimo. Si hemos tenido la precaución de marcar sobre la zapatilla su posición, además verificaremos si se han desplazado. (Foto izquierda) ASÍ NO... Unas calas muy desgastadas, además de modificar el gesto del pedaleo y llegar a provocar molestias y lesiones, pueden saltar del pedal en el momento más inoportuno. Si esto ocurre a la salida de una curva, en un descenso o en una aceleración fuerte, tenemos muchas papeletas de acabar en el suelo. Si además los tornillos están sucios, puede ser un suplicio retirarlas. (Foto derecha) GUANTES Muchos ciclistas profesionales –y los probadores en muchas fotos de esta revista- no utilizan guantes. Por nuestra parte, no nos queda otra que entonar el nostra culpa. ASÍ SÍ... Además de protegernos las manos en caso de caída, también nos evitarán roces y ampollas gracias a su tejido mullido en las palmas. Además, si buscas algunos modelos como los de la foto, el asunto estético pasará a un segundo plano. (Foto izquierda) ASÍ NO... Algunos dicen que es porque así tienen un tacto más nítido del manillar; otros probablemente se dejen llevar por la estética. Lo cierto es que sin guantes dejamos desprotegidas las manos, que suelen ser la parte del cuerpo que primero impacta con el suelo cuando nos caemos. Y, créenos, pocas heridas son tan incómodas como las de las palmas de las manos. (Foto derecha) DESAYUNO EN RUTA La parada a mitad de ruta para compartir bromas es un motivo por el que pedaleamos muchos de nosotros; sin embargo, no nos podemos dejar llevar por la euforia… ASÍ SÍ... La palmera de chocolate no es lo más recomendable, pero algunos no pueden resistir la tentación y se escudan en eso de que todo lo que comemos cuando pedaleamos se gasta. De cualquier manera, ya sea una tostada, un pincho de tortilla o un bollo, acompáñalo con un café o alguna bebida sin alcohol. (Foto izquierda) ASÍ NO... Los coches, la suciedad del arcén, caídas por despistes… Ya hay suficientes peligros potenciales en la carretera como para que pongamos en peligro nuestra integridad física tomando alcohol cuando paramos a reponer fuerzas. Si quieres tomarte una cervecita, espera al final de la ruta. Eso sí, en un bar que esté cerca de tu casa. (Foto derecha)