Por más vueltas que le has dado a los billetes y las monedas de tus ahorros… las cifras no te cuadran: para comprar la bicicleta que más se adapte a tus sueños y necesidades necesitarías el doble de lo que tienes ahorrado. ¿Y no te has planteado que, a lo mejor, lo podrías conseguir por la mitad?
Si te ha picado la curiosidad y continúas leyendo es porque en algún momento has valorado el dirigirte al mercado de segunda mano, si es así debes tener muy claras algunas pautas:
- Vas a conseguir un ahorro importante, pudiendo adquirir una bicicleta de primera gama por un precio de segunda o tercera: pero no vas a estrenar una bici nueva. No pretendas que la bicicleta está impecable y aprende a valorar la racionalidad de tu inversión acorde con el estado de la bicicleta.
- No seas demasiado exigente con la actualización del producto: hay usuarios caprichosos que, por el simple hecho de que haya habido cambios de decoración o de una cantidad mínima de componentes, se deshacen de la bicicleta por otra del año en curso. Te puedes ahorrar un montón de dinero si tu objetivo es una bicicleta con 4 ó 5 años a sus espaldas.
- Si vas a invertir una cantidad importante de dinero, no desestimes pagar a un mecánico para que te haga la valoración del estado de la bicicleta antes de adquirirla: es la garantía básica de que el estado general es el adecuado y, en caso de que no lo fuera, podrás conocer cuál es la cantidad de dinero que deberías invertir para repararla.
- La mayoría de las transacciones de material de segunda mano se realiza entre particulares, no por ello estas operaciones comerciales están libres de cobertura legal: lee atentamente los requisitos necesarios para realizar una compra de segunda mano y comprueba las coberturas, contra vicios ocultos, que tienes como comprador. Mira este artículo, donde podrás conocer toda la normativa legal sobre la venta de bicis de segunda mano.
- Cada vez más tiendas y distribuidores disponen de bicicletas de segunda mano totalmente revisadas: es una opción de confianza, ya que dispones de un lugar físico donde poder reclamar y una empresa que se tiene que hacer responsable del buen estado de la bicicleta que pretende vender.
- Las ofertas por Internet suelen ser las más interesantes… y arriesgadas. Desconfía de los super-chollos, establece un método de pago contra reembolso del producto e intenta investigar por la red algún dato sobre el vendedor o el producto. Por ejemplo, buscar "Specialized Tarmac robada…" y escudriñar si se parece a la que te pretenden vender a ti.
- Antes de nada debes tener muy claro que la bicicleta que pretendes adquirir de segunda mano es de tu talla, y no te fies de lo que te diga el vendedor: lleva una cinta métrica y compruébalo. Pinchando en este enlace te ofrecemos una calculadora para averiguar la talla correcta de la bicicleta que corresponde a tus medidas corporales.
No tiene demasiada importancia
Aunque lo normal es que una bicicleta lista para la venta, por muchos kilómetros que tenga, este limpia y con una imagen atractiva, es facil que, si la estudiamos con detenimiento, descubramos algunos detalles que pueden hacernos desistir de la compra. Es importante valorarlo bien porque hay ciertas "taras" en algunos componentes que son fáciles y baratas de solucionar e, incluso, su descubrimiento nos puede servir para negociar a la baja el precio de la bicicleta.
Un arañazo superficial en el cuadro, un sillín rajado, la cinta de manillar rota, unas camisas de freno despeluchadas, unas cubiertas desgastadas… no afecta en absuluto a la calidad del resto de elementos que componen una bici y, o bien se pueden reparar de manera sencilla o se reemplazan invirtiendo poco dinero.
Utiliza la calculadora para valorar lo que costaría reparar todas las partes que acusen un mal estado de conservación para determinar si el precio que vas a pagar sigue siendo atractivo.
Siempre hay que cambiarlo
Al comprar en el mercado de segunda mano un coche, una moto o una bicicleta, casi siempre tenemos presente que al vehículo adquirido debemos hacerle una revisión mínima para ponerlo en orden de marcha. En el caso de la bicicleta, salvo que te certifiquen que ha sido sometida a una revisión total antes de ofrecértela, te aconsejamos que verifiques los siguientes puntos:
-Cables y camisas de cambio y freno: reemplazarlas por completo.
-Zapatas de freno (pastillas de disco): salvo que tengan mucha porción sin desgastar es aconsejable ponerlas nuevas.
-Cadena: como mínimo engrasarla y, encaso de que esté muy enlongada (ver mecánica de la cadena), reemplazarla, no sin antes comprobar el desgaste de platos y piñones.
-Cinta del manillar: te sorprenderías lo que cambia la estética de una bici con el simple gesto de poner una cinta nueva de nuestro color favorito.
-Cubiertas y cámaras: a la mínima señal de desgaste, es mejor cambiar las cubiertas y ver cuántos parches pueden tener las cámaras (cambiarlas siempre por seguridad).
¡Peligro: no comprar!
Hay algunos detalles que, si los descubrimos en una bicicleta usada, es mejor desestimar su adquisición:
-Fisuras en el cuadro o la horquilla: sobre todo en los modelos de carbono hay que mirarlo con una lupa (y no exageramos), ya que la estructura del cuadro puede estar fracturada.
-Fisuras en manillar, potencia o tija: aunque el vendedor nos convenza que cambiándo el componente fisurado se termina con el problema, la fisura en uno de estos elementos puede informarnos de que la bicicleta ha podido sufrir alguna caída importante o ha sido víctima de mal uso.
-Vaina derecha muy arañada en su cara interior: esto delata reiteradas salidas de la cadena. Si los arañazos son profundos pueden terminar en la fisura del cuadro.
-Manetas de cambio golpeadas en el cabezal: tras una caída los mecanismos internos de cambio pueden haber sufrido daños que, aunque no parezca que inciden en su funcionamiento, a la larga pueden dejar de funcionar. Es uno de los componentes más caros de la bicicleta: si no está en buen estado aparente, evitar la compra o negociar muy a la baja el precio final por si hay que reemplazarlos.
-Horquilla "blandita": al frenar sólo con el delantero intentaremos empujar fuerte desde el manillar, como si quisiéramos avanzar en sentido de la marcha. Si la horquilla "flanea" puede ser un signo claro de que la caña está fracturada y se puede romper en cualquier momento. Si tienes dudas al respecto, es mejor que pidas al vendedor que desmonte la dirección para que puedas comprobar el estado de la caña de la horquilla.
Puntos a revisar en una bici de segunda mano
1º CUADRO
Estado de la pintura, ausencia de fisuras, analizar arañazos profundos, levantar pegatinas de publicidad por si escondieran una fisura debajo. Prestar mucha atención a la parte inferior del tubo diagonal y a las vainas: a veces hay pedradas que dañan gravemente la estructura del cuadro. Mirar con mucho detenimiento el sistema de inserción de la tija del sillín, es aconsejable sacar la tija y comprobar que todo el mecanismo funciona correctamente: es un punto muy conflictivo en los cuadros que no utilizan abrazadera, sobre todo cuando se ha manipulado sin llave dinamométrica.
2º HORQUILLA
Además de desestimar arañazos profundos o fisuras, comprobar que las punteras no están dañadas y, si son de aluminio insertadas, que están bien pegadas a las vainas. Comprobar que el tornillo que fija el puente de freno delantero no ha dañado el alojamiento de este componente.
3º RUEDAS
Revisar todos los ojales de la llanta donde se insertan los radios: que no haya ninguno fisurado ni deformado. Si los rodamientos tienen holgura no es demasiado importante: en la mayoría de los modelos se pueden ajustar y, en el peor de los casos, se pueden cambiar por rodamientos nuevos (sabiendo las medidas, en comercios especializados en cojinetes cuestan muy poco dinero).
No está de más comprobar el centrado de las ruedas: vigilar que las cabecillas que tensan los radios no estén desgastadas: si se han manipulado mal luego es muy complicado volver a centrar las ruedas.
Si la pista de frenado del flanco de la llanta (donde apoyan las zapatas) está muy desgastada, hay que negociar el precio de la bicicleta a la baja: este es un punto por donde las bicis terminan dando problemas serios (sobre todo si re riompe la llanta cuando bajamos un puerto frenando).
4º GRUPO
Comprueba que todos los cliks de las manetas de cambio son homogéneos y se perciben con claridad: un funcionamiento "sordo" puede delatar desgaste en los trinquetes del selector interno.
Desmonta la rueda posterior y comprueba que el núcleo del casete no tiene holgura. De paso mira que todos los dientes de cada una de las coronas de los piñones tengan el mismo tamaño (ojo, que los casetes SRAM tienen dientes de distinta forma y tamaño), si está muy desgastada alguna corona habría que pensar en cambiar el casete, la cadena y, seguramente los platos.
Los puentes de freno no deben tener holgura entre el eje y los brazos y hay que vigilar que la cabeza de los tornillos (allen o torkx) que fijan las zapatas o el cable de freno no hayan sido mal manipuladas y estén desgastadas.
5º PEDALIER
Platos y bielas deben ofrecer un estado óptico impecable: los dientes de las coronas deben ser homogéneos y en las bielas vigilaremos que no haya golpes en el extremo, junto al alojamiento de los pedales.
Hay que hacer una prueba dinámica, pedaleando con mucho desarrollo e imitando un sprint, en busca de crujidos u holguras en el eje de pedalier. ¡Ojo! Que algunas veces esos ruidos proceden de los pedales o las calas.
6º DIRECCIÓN
Comprobar que no haya holgura al frenar con la rueda delantera: un simple click se elimina ajustando la dirección, pero eso puede delatar un rodamiento desgastado. Tampoco es una avería cara, ni complicada de reparar.
Hacer una inspección óptica a fondo de la inserción de la potencia al tubo de la horquilla y al manillar, puede haber fisuras si se ha apretado alguna de estas abrazaderas en exceso.
Estas son algunas recomendaciones básicas, un mecánico experto te podrá asesorar sobre puntos más concretos a controlar, dependiendo muchas veces del modelo concreto de tu bicicleta, pero nos gustaría que tuvieras las recomendaciones básicas para estar mínimamente orientado a la hora de comprar una bicicleta de segunda mano.