INFORME: Medir un puerto, errores en la medición (III)

Aunque, según la teoría, todo se resume a ver la cifras que aparecen en las pantallas del altímetro y el cuentakilómetros, no siempre resulta tan sencillo.

Pablo Bueno

INFORME: Medir un puerto, errores en la medición (III)
INFORME: Medir un puerto, errores en la medición (III)

En nuestros anteriores informes sobre los aparatos para medir la altura de un puerto y calcular la pendiente y el desnivel os dabamos las claves para obtener los datos de una ascensión y los pormenores de su utilización: en esta ocasión tratamos de las variaciones que podamos padecer al medir la altitud de una montaña.

Para que la medición de una altimetría sea perfecta deben confluir demasiados factores, entre los que juegan un papel determinate los meteorológicos, por lo que debemos someter nuestro método a determinados ajustes, más o menos contínuos, para conseguir que los datos obtenidos respondan, en la mayor medida posible, a la realidad.

Inercia barométrica

Dependiendo de la precisión de nuestro altímetro y del software empleado para mostrar la altitud a lo largo de nuestro avance por la montaña, este podrá incluso llegar a predecir la tendencia de la subida o bajada que estemos acotando. El mecanismo electrónico que actúa como elemento de medición variable no ofrece una lectrura fiable instantánea, por lo que tradará, dependiendo de la calidad de la cápsula barométrica del altímetro, algunos segundos en estabilizar la altitud real. Cuando ascendemos un puerto en bicicleta, a escasa velocidad, este error es despreciable pero, si descendemos rápido o realizamos la medición en un vehículo motorizado, tenemos que reducir la velocidad, hasta llegar a parar incluso unos segundos, para obtener una medición precisa.

Sobrepresión

Al realizar la medición desde el interior de un automóvil debemos tener la precaución de llevar al menos un par de ventanillas abiertas (mejor una delantera y otra posterior) ya que el aire acumulado en el habitáculo puede estar sometido a mayor presión que el del exterior, haciendo que aparezcan mediciones de menor altura que las reales.

Posición del GPS

Para que un GPS ofrezca la mayor precisión en la localización de distancias, tanto de altimetría como de planimetría, debe estar colocado totalmente horizontal respecto a la antena que capta la señal de los satélites. De esa manera le afectan menos las zonas de sombra y ofrece una mayor superficie de captación y reflejo de señales.

Atmósfera valiable

En el espacio de tiempo que dura nuestra medición puede haber cambios en la presión atmosférica importantes, debido a la entrada o salida de un frente de bajas o altas presiones (masas de aire de diferente densidad). Especialmente en las zonas de alta montaña este fenómeno es bastante frecuente, por lo que en la base y en la cima de un puerto pueden existir variaciones apreciables. Cuando baja la presión repentínamente, el altímetro marca más altura de la real, por lo que debemos realizar ajustes continuos para evitar que la lectura final sea errónea.

Al borde del mar

El supuesto idílico para calar un altímetro a "cero" metros es el de comenzar a medir una ruta en el borde del mar pero, especialmente si nos vamos a elevar rápidamente hasta alturas superiores a los 1.000 metros -alternativa muy frecuente en las islas-, podemos sufrir un fenómeno similar al de las bajas presiones. Al amanecer, en fases anticiclónicas, la atmósfera es muy estable pero, a medida que calienta el sol, se evapora el agua marina a gran velocidad conformando masas nubosas que forman corrientes ascendentes (efecto ladera) que hacen volverse locos a los altímetros ya que, al aumentar la velocidad vertical del aire, baja la presión y mediremos mayor altitud de la real.

Trazado de la carretera

Como los puertos se pueden medir subiendo o descendiendo, sobre todo en carreteras con muchas curvas (cuanto más cerradas mayor es el error), hay que tener en cuenta que en varias lecturas podemos obtener longitudes diferentes. Esto es debido a la diferencia de trazado que podemos seguir (tomando curvas por el interior o exterior). Cuando el puerto es muy largo y tomamos como referencia los mojones kilométricos este dato es despreciable sin embargo, cuando medimos rampas de 100 metros en puertos cortos, esta peculiaridad nos puede desplazar los tramos críticos hacia lugares donde no se puedan localizar. Nosotros, cuando queremos disponer de una medición fiable, acotamos la subida y el descenso por la misma vertiente de un puerto para sacar la media, que será el dato que más se aproxime a la realidad.

Cómo compensar una medición errónea

Si has tomado todas las precauciones y, aún así, al llegar a la cumbre de un puerto te encuentras con que tu altímetro marca de más o de menos, todavía puedes arreglar el error; no conseguirás la pendiente perfecta de todas las rampas (no sabes con certeza dónde se ha empezado a "equivocar" el altímetro), pero sí un valor muy aproximado al real. Nosotros hemos comprobado cómo la precisión no se altera más allá de un porcentaje mínimo, inferior en muchos casos al 1%. Como conocemos la medida de altitud de la base (el altímetro ha de estar perfectamente calado en este punto) y la de la cumbre, sabemos en cuántos metros nos hemos equivocado. Ahora sólo tenemos que calcular cuál es el porcentaje del error y añadirlo o restarlo a cada acotación (por kilómetros o por rampas de 100 metros, dependiendo de cómo lo hayamos medido).